El año 25 se hará largo

Y es que todo empieza como acabó el año 24 o peor. Yolanda, la reinona republicana, empieza llamando “mala persona” al ministro Cuerpo, pero deja claro que ella no tiene inconveniente alguno en sentarse con malas personas porque, que yo sepa, no ha decidido levantarse de la mesa del consejo de ministros, ministras y menestras. Ahí sigue y seguirá luciendo sus modelos de la ropa que jamás soñó vestir y que cambió por el pañuelo palestino nada más pisar moqueta, los comunistas son así. No contenta con la descalificación personal a su compañero de gabinete fue más allá y acusó a todo el PSOE de maltratar a las mujeres trabajadoras españolas, pero tampoco debe de ser motivo suficiente para abandonar el “chollo” que tienen en Moncloa. Yolanda jamás en su vida cobró lo que cobra en su nómina de ministra y vicepresidenta, ni lo pudo soñar, pero ahí está, viendo pasar el tiempo como la Puerta de Alcalá. Los juzgados esperan este año a Ábalos, a Koldo, al hermanísimo y a algunos y algunas más que irán apareciendo en las investigaciones judiciales. También tendremos sorpresas en Venezuela, donde a Sánchez se le acaba el tiempo para posicionarse al lado de la democracia o del dictador Maduro y, todo apunta a que Zapatero impondrá sus intereses y el Reino de España perderá gran parte de su dignidad con su silencio indignante y humillante. Sabíamos que Sánchez está dispuesto a todo por mantenerse en Moncloa y sus pupilos se apuntan a la desfachatez como en Jaén, donde la ministra Montero no dudó en utilizar fondos públicos para patrocinar una moción de censura contra el alcalde para preparar su aterrizaje como secretaria general de los socialistas andaluces. La misma que formaba parte de los gobiernos de los desfalcos de los ERES, se postula para ocupar ese cargo orgánico que amarre bien la idea de Sánchez de colonizar también al PSOE, igual que su portavoz Alegría que aspira a lo mismo en Aragón, aunque en esta plaza tendrá más problemas porque Lambán no parece dispuesto a facilitar la operación “sanchista”. Lo divertido de verdad, divertido y cabreante, será ver la foto del presidente del Gobierno reunido con un prófugo de la justicia en Bruselas para acabar con la mínima dignidad que le quedaba, todo por amarrar siete votos que le traen por la calle de la amargura y para evitar una cuestión de confianza que sabe que no superará. Creo que le da igual porque este no se mueve del sillón ni con agua caliente. Pero esta es la clave del año 25, el partido socialista quiere confundir a la opinión pública tentando a la oposición a presentar una moción de censura inviable cuando esa no es la cuestión. La cuestión es interna de la mayoría “progresista” que aupó a Sánchez a la presidencia, porque esa mayoría se rompió y Sánchez lo sabe por eso no quiere ni oír hablar de una cuestión de confianza, el quiere seguir aún en minoría. Lo dejó claro cuando dijo estar dispuesto a gobernar sin el legislativo, una afirmación propia de un autócrata de libro. Y mientras, sigue confundiendo a la gente con los impuestos a los ricos. Sepan que, mientras usa ese discurso, se forra a subir impuestos a los trabajadores vía IRPF e IVA, que son los impuestos que recaudan de verdad, los que nos encarecen la compra y los suministros a todos los españoles y hacen que cada mes sea más difícil para las familias. Y como colofón, pretende renunciar a Melilla abriendo las fronteras con Marruecos como paso previo. Nunca sabemos lo que oculta el acuerdo de Sánchez con los marroquíes…

El año 25 se hará largo

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