Resulta que Bruselas avaló ¡otra vez! el reparto de los fondos europeos tras la pregunta del Gobierno sobre la denuncia de Casado, el líder del PP, y a quien se le acusa – ya desde diversos partidos y estamentos – de poner “zancadillas a los españoles”. ¿Y no pasa nada?
Un cantautor monta una canción contra un señor que está siendo investigado pr cobrar comisiones y engañar a Hacienda y le cae la del pulpo. Y resulta, además, que es cierto lo que decía del Emérito. En el Parlamento y en algunos medios afines a la extrema derecha, insulta al Gobierno y no pasa nada.
Ya va siendo hora de que las mentiras y bulos, que van contra España y por tanto perjudica a los españoles, una vez comprobadas se castiguen con el mismo rigor que otros casos.
Al mismo tiempo es de justicia pedir a las autoridades y organismos competentes, amén de a los medios de comunicación, hacer pública la decisión de los tribunales de rechazar las denuncias contra Podemos pues todas las pesquisas e informes avalan la contabilidad del partido “morado”
Tiene que intervenir la Justicia para revocar la decisión de la Junta de Castilla y León que, en víspera de elecciones, no permite debates en RTVE “por no ser un medio de comunicación de la comunidad” lo que, amén de una estupidez sin pies ni cabeza, es un precedente solo comparable al “parte” de la época franquista. Alguien ya se preguntó “si eso pasa en Cataluña la escandalera llegaría la estratosfera…
Tampoco parece muy justo que el Consejo del Poder Judicial lleve meses y meses sin renovarse lo que se traduce en una falta de confianza de los ciudadanos en una institución vital para la democracia y, por tanto, para la vida cotidiana de la población y el respeto debido a la Justicia. Tal vez la respuesta esté en las declaraciones del Magistrado Joaquim Bosch en El País” perseguimos en bici a los corruptos que huyen en Mercedes”. Nuevas noticias del Emérito y sus amistades peligrosas son más pruebas sobre la corrupción en lo más alto de nuestra sociedad y con los datos conocidos estos días (los rico don son más ricos y los pobres más pobres) no parece de justicia que las rentas del trabajo –el sudor de los currantes– sume más que las aportaciones de los más pudientes. ¿Hay remedio para esto? Si. Una justicia más rápida, unos impuestos más justos y una Hacienda más diligente.