Justicia poética e injusticia poética

En literatura se habla de justicia poética cuando la contingente sucesión de acontecimientos remedia una injusticia sin que medie, necesariamente, la justicia. En política, mucho más miserable y calculadora, este fenómeno se conoce como injusticia poética y en ella la infamia se ve remediada por otra de mayor o similar calibre. En la primera juega la casualidad y la causalidad, en la segunda nada es casual y todo es causalidad.


A fin de ilustrar este segundo caso, referiré dos sucesos que, a mi juicio, lo ilustran a la perfección:


El  día 29 del pasado mes, y en horas previas a la trágica riada de Valencia, su presidente, Mazón, almuerza por espacio de tres horas con una periodista. El motivo es proponerle dirigir RTV, pasándose por el arco al Consejo del Ente. Una conducta caciquil e indolente que le ocupó unas horas vitales para el correcto desempeño de sus responsabilidades, teniendo en cuenta que la AEMET había decretado alerta roja y la situación de los ríos comenzaba a ser crítica. Su indolencia fue denunciada de inmediato por los medios de comunicación y también, aunque en menor medida, por la oposición. Esa baja intensidad se produjo, blanco sobre negro, porque el día 30, consumada ya la tragedia, y en pleno extraordinario, tras anular el ordinario, el gobierno central y sus socios se repartían, a su conveniencia, los consejeros de la RTVE.


¿Es, o no es, la cuestión, un claro ejemplo de injusticia poética?

Justicia poética e injusticia poética

Te puede interesar