Fue el 25 de noviembre de 2022. Lo sé porque me resultó tan insólito que guardé la captura de pantalla. Una compañera de trabajo de mi marido publicó en su muro un mensaje que decía: «¿En serio? ¡Ningún padre de mi Facebook fallaría estas preguntas!». Le etiquetaba a él y a seis amigos más. Debajo, un vídeo en el que varios hombres daban respuestas incorrectas a las cuestiones: ¿qué edad tiene tu hija?, ¿cuál es su grupo sanguíneo?, ¿desde cuándo toca un instrumento? y ¿a qué es alérgica?
Después de verlo muchas veces, respondí que dudaba que muchos se supiesen el grupo sanguíneo. Más que nada, porque hasta yo me lío. Y eso que tenemos el mismo: 0 negativo, donante universal.
Pero me mordí la lengua. Porque, en realidad, no creía que pudieran contestar al resto de preguntas. Salvo, quizá, la de la edad.
Y lo sigo pensando. Dicen que es porque somos la generación puente. Tengo mis dudas. Lo único que tengo claro es que esto de la corresponsabilidad está aún verde. Muy verde. Pero muy muy verde. Para muestra, un botón: los datos de varios estudios de la Asociación Yo No Renuncio, que arrojan cifras indecentes.
Por ejemplo, que solo el 6% de los hombres lleva el seguimiento médico de sus hijos. O sea, que el 94% no tiene ni idea de cuándo les toca la vacuna. Ni de si su niñita ha tenido ya su primera regla. Ni, por supuesto, de las alergias, con todo lo que estas implican. Eso sí, ellos están muy presentes… en el grupo de colegas con los que juegan al pádel o con los que van a salir de juerga el lunes de carnaval.
Solo el 2% de los hombres gestiona los días no lectivos. Es mamá quien sacrifica su tiempo para cubrir vacaciones y puentes escolares mientras papi sigue con su agenda, que, además de las obligaciones laborales, incluye aperitivos, comidas y cervezas con amigos. E incluso algún concierto.
La cosa empeora si hablamos de las fiestas de cumpleaños, ese maremágnum de globos, piñatas y whatsapps infinitos. ¡Solo uno de cada cien padres se encarga de organizarlas! ¿Y el regalo? Si es él quien lo envuelve, graba un vídeo y lo sube a todas sus redes. Porque sin prueba, no hay hazaña.
Solo el 7% de los padres están al tanto de las peticiones del cole y de las actividades extraescolares de sus hijos. Si el niño va sin bañador a la piscina o sin flauta un martes de música, la culpa es de mamá, por no dejar preparada la mochila.
El 83% de las madres se come el marrón de los grupos de whatsapp del colegio. Ellos, claro, tienen silenciado el chat. Tienen cosas más importantes que hacer, como felicitar cumpleaños en Facebook. Total, ¿qué urgencia puede haber en «hay que llevar una peluca verde el viernes»? Nada vital, salvo para tu hijo, que será el único sin disfraz.
El 71% de las madres se encargan de estar pendientes de los deberes y tareas de sus hijos. 7 de cada 10 son también las que se preocupan por saber cómo se sienten e intentan ayudarles a gestionar sus problemas y emociones. Porque cuidar no es solo dar biberones, también es sostener miedos, calmar rabietas y enseñar empatía.
El 64% de las mujeres llegan reventadas al trabajo todos los días: sí, ya están agotadas antes de empezar la jornada laboral. El 73% están aplastadas por la carga mental. 7 de cada 10 se sienten solas en la crianza de sus hijos. Y solo el 12% piensa que su pareja las comprende. Porque él se cansa de que ella esté cansada. Y le echa la culpa. No entiende cuál es el problema, si él, padre ejemplar, está dispuesto a ayudar en todo lo que ella le pida. Como si en vez de su mujer fuese su jefa de obra, su project manager doméstica.
Pero, aun así, estamos dispuestas a creer que todos los que nosotras conocemos acertarían a decir a qué edad empezó su hijo a tocar un instrumento. ¿En serio? ¡Haz la prueba! Y pregúntale también la talla de calzado de su hija. Te hago spoiler: la mayoría no tiene ni idea.