Estamos en invierno y hace frío. Es lo que toca. En las últimas horas, el mercurio de los termómetros ha descendido y la situación meteorológica está marcada por las bajas temperaturas. La estación se muestra en todo su esplendor. Sin embargo, el frío supone un riesgo para la salud, “especialmente para los mayores de 65 años y las personas con enfermedades previas”, señalan desde el hospital Clínic de Barcelona.

De acuerdo con la información del Ministerio de Sanidad, el frío conduce a un estrés del organismo que puede dar lugar a una descompensación orgánica que agrava enfermedades crónicas en población vulnerable, especialmente en enfermedades cardíacas y respiratorias. Además, “las bajas temperaturas pueden aumentar la incidencia de otras complicaciones de salud, por ejemplo, el aumento de los diagnósticos por depresión o ansiedad y esquizofrenia, o complicaciones durante la gestación”, señalan desde el organismo. También aumenta la sintomatología de las enfermedades reumáticas y favorece los resfriados, las infecciones bronquiales y la gripe.

Y, por supuesto, no se debe olvidar que las heladas y las bajas temperaturas favorecen los accidentes de tráfico o las caídas, así como las intoxicaciones por monóxido de carbono provocadas por estufas y braseros. Solo en casos extremos puede provocar una hipotermia.

Dada la situación, ¿qué pueden hacer los ciudadanos para evitar estas circunstancias? En este artículo, se ofrecen recomendaciones y precauciones para protegerse del frío.

Abrigarse bien y permanecer en el exterior el menor tiempo posible para evitar el frío
El primer consejo puede parecer obvio, pero no siempre lo cumplimos. Si la temperatura desciende, es recomendable permanecer en el exterior el menor tiempo posible. Y si no queda más remedio que salir y enfrentarse a las bajas temperaturas, abrigarse bien con un buen abrigo y calzado que protejan del viento y de la humedad. Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) señalan que, contrariamente a lo que se piensa, “es mejor vestirse con varias capas ligeras superpuestas que con prendas muy gruesas y ajustadas. Esto nos permitirá mantener el calor corporal durante más tiempo”. Además, se debe proteger las zonas más sensibles expuestas al frío, como son las manos, la cabeza, el cuello y la cara.

La Comunidad de Madrid, ante el descenso de temperaturas, también ha compartido sencillos consejos en su cuenta de X para que los ciudadanos se protejan del frío. Entre los más destacados se señala que es mejor respirar por la nariz y no por la boca, ya que el aire se calienta al pasar por las fosas nasales y así disminuye el frío que llega a los pulmones. Además, recuerdan que, al salir a la calle, si se han producido heladas, las personas mayores deben extremar la precaución para evitar caídas que pueden producir fractura de cadera o de otros huesos. Mejor viajar en transporte público que en vehículos individuales. Y, en caso de optar por este último sistema, llevar las cadenas y saber colocarlas, el depósito lleno, el teléfono móvil cargado, ropa de abrigo, agua y alimentos energéticos.

Cuidado con las estufas y revisar el estado de la calefacción 
En casa, lo ideal es mantener la misma temperatura en todas las estancias. “Una temperatura de 20-22º C debe ser suficiente”, señalan desde el COFM. Si no se dispone de un sistema adecuado, hay que evitar el sedentarismo, ya que la actividad física genera calor y ayuda a combatir el frío. Y, aunque cueste, es aconsejable ventilar la vivienda todos los días para garantizar la entrada de oxígeno y de aire limpio.

Otro de los consejos es revisar el estado de calefacción, calderas, estufas y, en general, de los elementos de combustión usados para obtener calor para evitar riesgos de incendio o intoxicación por monóxido de carbono. Y, por supuesto, “no utilizar aparatos de calefacción si desprenden un olor extraño al conectarlos o no parecen estar en buen estado”, instan desde COFM.  

En casa se aconseja comer comidas calientes que aporten energía, como legumbres, sopa, pasta… “A lo largo del día, y antes de acostarse, una taza de alguna bebida caliente (caldo, infusión, leche) ayuda a mantener la temperatura corporal”, resaltan desde COFM. Y, aunque resulte tentador, mejor no beber alcohol. “Evite el consumo excesivo de alcohol. Aunque inicialmente produce una sensación de calor, al final se consigue el efecto contrario pudiendo llegar a producir hipotermia”, destacan desde la Comunidad de Madrid.