La falta de obreros cualificados lastra a empresas en O Salnés: “No hay relevo. Si esto sigue habrá que cerrar”

La media de edad de los albañiles y fontaneros supera ampliamente los 50 años y no hay visos de renovación
La falta de obreros cualificados lastra a empresas en O Salnés: “No hay relevo. Si esto sigue habrá que cerrar”
Las empresas notan un repunte de las obras, pero falta de trabajadores en el sector | MÓNICA FERREIRÓS

La falta de profesionales cualificados en sectores básicos como la albañilería, la carpintería, la electricidad o la fontanería es ya uno de los principales problemas de las empresas de O Salnés. La falta de obreros se hace más preocupante ahora teniendo en cuenta que todas las empresas están notando ya desde mediados de 2024 un incremento notable del número de obras nuevas. Sin embargo algunas firmas –muchas con la agenda para este 2025 completamente llena– se ven obligadas a rechazar nuevos proyectos precisamente porque no encuentran trabajadores. Otras apuntan a la falta de relevo, a que los operarios con los que cuentan tienen ya más de 55 años y que si esto sigue así se verán obligados a cesar en la actividad precisamente por la falta de plantilla. 

 
Así lo expone desde la firma vilagarciana Bamio Sur S.L. Lisi Vilas. Incide en que “nosotros lo que detectamos es que los obreros cualificados tienen ya una cierta edad y que la gente joven pues no apuesta por la albañilería como una salida laboral”. De hecho los que conforman la plantilla de esta empresa son personas “mayores de 55 años”. Vilas cree que uno de los motivos de que la gente joven no se lance a este oficio es porque “la imagen del albañil está muy defenestrada. No hay niños que quieran ser albañiles. Por ejemplo la imagen de un arquitecto o la de un aparejador sí que está muy vista y en cambio todos son profesionales que se necesitan unos a otros”. Esta vilagarciana manifiesta que los salarios que se están pagando son “buenos y según el convenio”. De hecho el convenio de la construcción de 2024 marca salarios de más de 1.500 euros para un oficial de primera y de una cifra similar para un oficial de segunda, por ejemplo.

 

Solo el 20% del alumnado que sale del obradoiro de albañilería consiguió un contrato laboral
Vilagarcía  -y también otros concellos arousanos– apuesta desde hace ya unos años por dirigir los obradoiros de empleo precisamente a estos sectores profesionales muy demandados por las empresas de la zona. Albañilería y Carpintería son las propuestas de la capital arousana que logró cubrir todas las plazas que se habilitaron. La formación en cada una de las profesiones es de un año, se cobra durante todos esos meses y se adquiere una experiencia para luego lanzarse al mercado laboral. Tras las prácticas desde el obradoiro también facilitan el contacto entre las empresas y el alumnado. En la promoción que acaba de terminar en el mes de noviembre hay cuatro personas trabajando en empresas de la zona. Estos exalumnos reconocen que es “un trabajo duro” y que posiblemente sea ese uno de los motivos por los que las firmas “no encuentran gente para trabajar”. Eso sí, señalan también que se percibe un incremento sustancial de las obras. Durante la realización del obradoiro el alumnado adquiere no solo conocimientos teóricos sino que realiza obras para el propio concello poniendo así en práctica lo aprendido en las aulas.

 “Además está el problema de que no se forma a la gente en este sector”, explica. De hecho es cierto que en la oferta educativa de la Xunta de Galicia para poder cursar el Ciclo formativo de Construcción solo hay cuatro opciones en la comunidad. En la provincia de Pontevedra solo se puede obtener el título de Técnico en Construcción en el Centro Público Escola de Canteiros de Poio.


“Cubrir bajas ya es prácticamente imposible. Tuvimos a uno de los oficiales de baja por una cadera y no hubo forma de encontrar a nadie”, explica Vilas. Cree también que la imagen del trabajo de este tipo de profesionales está tan denostada que “creo que pones un ciclo de albañilería y no se apunta nadie”. Asegura que la profesión no es –por ejemplo en horarios– como hace unos años en los que se trabajaba sin control. “Ahora mis obreros entran a las ocho y salen a las cuatro. En cuanto a eso se vive bien”, manifiesta. Reconoce que “si la situación sigue así en unos años tendré que cerrar la puerta”.


También en fontanería

El clima de pesimismo respecto a encontrar empleados también se respira en otro sector relacionado como el de fontanería. Desde la empresa de Ribadumia Multiservicios Nito señalan que tampoco de lo suyo “encontro obreiros cualificados. Os que teño son todos de máis de 50 anos porque vexo que son os que saben, os que valen”. Tiene intención ahora de realizar alguna contratación, pero reconoce que “é complicado”. Desde esta empresa señalan que la agenda para este año 2025 está totalmente completa para realizar instalaciones en obra nueva. “Somos unha empresa que traballa sobre todo para obras particulares e si, houbo momentos de baixada de traballo, pero agora nótase un importante repunte de obra nova”, indica. De hecho para este año “teño que instalar doce casas e para o ano que vén xa teño tamén ocos collidos”. Su ámbito de influencia es fundamentalmente la comarca de O Salnés, aunque también trabaja en la zona de Ulla-Umia y de Padrón. “É imposible responder á demanda tamén porque hai moita xente que te chama, che pide presuposto e xa quere que vaias mañá e iso é imposible”, explica. 


Muchas ofertas

Lo cierto es que una simple búsqueda en el portal de demandantes del propio Servicio de Empleo (SEPE) ya da una idea de cómo está el mercado para estas profesiones tan específicas. Todos los días –sin excepción– saltan ofertas de que se necesitan albañiles, carpinteros o simplemente peones para trabajar en diferentes puntos de la comarca de O Salnés. La gran mayoría de esas ofertas piden experiencia de un año y carné de conducir. Eso sí, ofrecen un trabajo estable y contrato indefinido. Otros –que buscan tanto oficiales de primera como de segunda– lo que requieren es una experiencia mínima de 15 meses. Lo que sí es común a todas las ofertas es una formación específica como en Prevención de Riesgos Laborales (de unas 60 horas de duración) y el PRL específico de construcción. La de albañil es –con diferencia– la profesión que más se busca a día de hoy. En el mundo de la fontanería la mayoría de las ofertas también piden una experiencia mínima de doce meses y ofrecen por su parte contrato indefinido. Otros en este mismo sector ya reducen las exigencias en los requisitos a seis meses de experiencia, precisamente por la falta de mercado para encontrarlos. Ciclo formativo específico de este sector no lo hay, pero sí especializado en diferentes apartados dentro del mismo oficio. 

 

En el tema de electricistas para formarte en este ámbito no hay que irse muy lejos. En el propio Centro Integral de Formación Profesional de Fontecarmoa o en Ribeira se puede obtener el título de técnico.

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