Fue un estruendo monumental que irrumpió a la hora en la que muchos vilagarcianos se encontraban comiendo en familia. Todos pensaron que aquel ruido no era normal, pero mucho más intensa fue la sensación en la casa de María José R.  su hijo Javier. Si a muchos les pareció que el trueno se colaba directamente en sus salones, a estos vecinos de A Torre a punto estuvo de ocurrirles.

"Llevo llorando todo el rato pensando en lo que pudo haber sido", explicaba la mujer, dos horas después de lo sucedido y todavía con "dolor en las piernas". Y es que el rayo cayó directamente sobre el tejado de su casa, situada en la Rúa Progreso de Vilagarcía, abriendo un gran boquete.

Ambos, madre e hijo, se encontraban en la cocina. "Acababámos de terminar de comer", explica el hijo. Eran, más o menos, las dos y cuarto de la tarde. Ambos salieron al balcón, donde tienen unas mesas de terraza, pero pronto la mujer pensó en el tejado. "Subí la escalera y ya en cuanto estoy llegando al trastero veo una luz inmensa", explica María José. Era, efectivamente, el cielo que se abría sobre sus cabezas.

"Yo nunca vi una cosa igual. Ese estoupido", relata la mujer, visiblemente nerviosa. "En mi vida me paso semejante cosa", continúa. Los daños ya están arreglados, ya que la familia tiene la suerte de tener un familiar albañil, que se pasó al minuto por la casa. También dieron parte al seguro. "Da la vida que cambiamos hace dos años el tejado, que tenía espuma entre todas las tejas", relfexiona la mujer.

Ahora, con los daños materiales ya solventados, lo que le queda a esta familia es el susto en el cuerpo. En A Torre, fueron muchos los vecinos que sintieron el ruido. Los más próximos a la casa, enseguida se interesaron por cómo se encontraban madre e hijo. "Lo que piensas es en lo qué podría haber pasado: Que se podría haber venido la placa abajo", rememora María José. Afortunadamente, todo quedó en un susto.

La borrasca Herminia sigue dando coletazos por Arousa, con diversas incidencias y una jornada nada apacible.