Los efectivos de las Fuerzas Armadas continúan trabajando en la búsqueda de personas desaparecidas tras la DANA –en estos momentos hay tres expedientes por desaparición activos– y en el rescate de vehículos sumergidos en el barranco del Poyo. En estas tareas participan, entre otros, submarinistas.
Así lo detalló este miércoles la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien visitó las tareas que realizan las Fuerzas Armadas en el Barranco del Poyo, en Valencia.
Los militares están centrando sus trabajos en la búsqueda de desaparecidos en el cauce del Río Túria, en Riba-roja, donde se está peinando la zona por quinta vez. Robles, quien expresó que acompañan “en todo el dolor” a las familias de las personas desaparecidas, sostuvo que “no se va a parar ni un momento hasta que podamos localizarlos”.
La búsqueda se realiza con maquinaria, a mano y con el apoyo de dos equipos cinológicos, “que seguirá el tiempo que sea necesario”. “No vamos a dejar a nadie atrás”, aseguró la ministra.
Los efectivos de las Fuerzas Armadas también trabajan en el rescate de vehículos sumergidos en el barranco del Poyo, con ya decenas de rescatados, previa comprobación y registro.
Es una tarea “complicadísima” donde participan submarinistas e ingenieros y que se realiza bajo la supervisión de un enfermero militar, “puesto que se trata de una labor que implica estar alerta y no dejar absolutamente ningún extremo al azar”.
La ministra señaló que es “una situación difícil, con riesgo para ellos” y donde los efectivos no están “escatimando ningún esfuerzo personal”.
Por otra parte, hizo hincapié en la importancia de la parte humana y el apoyo psicológico, y señaló que, “en muchos momentos, los únicos que han estado y que están son las Fuerzas Armadas para ayudar a la gente”. Hay más de 25.000 militares que ya han pasado por Valencia, en las casi 10.000 misiones asignadas.
Además, un equipo especializado de la Guardia Civil se volvió a desplazar a la zona de Pedralba tras obtener nuevos datos de geolocalizaciones de una de las tres personas que permanecen desaparecidas.
Los especialistas mantienen un “halo de esperanza” y la confianza en que les encontrarán. “No hemos parado hasta el día de hoy”, subrayó el agente Manuel, uno de los tres miembros de este equipo de la patrulla del Seprona de Albal.