Juan Manuel Rey confirmó hoy, día en el que cumple 18 años al frente del Concello de Caldas, su intención de dejar la Alcaldía en las próximas semanas. El socialista señala que "é probable que se se dan as circunstancias" la renuncia se haga oficial en el próximo Pleno de diciembre. Así, Rey está pendiente de una reunión con la ejecutiva del partido, en la que se tratará su dimisión, para que se pueda hacer efectiva en los próximos días o semanas, con el objetivo de ya no ser alcalde en enero de 2025.
Su sustituto será el segundo teniente de alcalde y edil de Obras, Facenda e Emprego, Jacobo Pérez, número dos del PSOE en las pasadas elecciones municipales. Asimismo, Rey también dejará su acta de concejal, aunque aún no se ha señalado quién entraría en la Corporación tras su marcha.
Lo cierto es que Rey ya había dejado caer, durante la celebración de los 45 años de gobierno ininterrumpido del Partido Socialista en la villa termal, la necesidad de “novos proxectos e liderazgos”. Así, en una entrevista con Diario de Arousa, el regidor ya reconocía que “é evidente que estamos nun momento de cambio” y que se acercaba su final político. Una trayectoria a la que pone el broche final con la posible firma inminente del convenio para la construcción del nuevo centro de salud en la parcela de Santa María, así como con el inicio de los trabajos de ampliación del IES Aquis Celenis, que están actualmente en ejecución por la Xunta.
Una dilatada trayectoria en el mundo de la política municipal que arrancó en 1995, siendo elegido concejal, hasta que en diciembre de 2006 sucedió como alcalde al también socialista Xosé María Tobío Barreira tras su dimisión. Ahora la situación —tras cinco elecciones y 18 años después— se repite en Caldas y el ahora alcalde, Juan Manuel Rey, busca cerrar así una era y todo hace indicar a que Pérez Gulín asumirá su cargo de cara al año 2025. Así, el actual portavoz del gobierno tendrá algo más de dos años para presentar su proyecto para la villa termal como futuro candidato para las próximas elecciones municipales, con el objetivo de poder continuar con los gobiernos socialistas que la villa ha encadenado desde 1979, en un momento en el que el partido depende del BNG para mantener la Alcaldía.