El Concello de Catoira acaba de recibir el ambicioso proyecto que busca recuperar el Camiño Real entre Abalo y el Mirador da Ría. Este asciende a 740.000 euros, una cantidad que el propio alcalde, Xoán Castaño, reconoce que es inasumible solo con fondos municipales. De ahí que el gobierno vikingo trabajará en 2025 en la búsqueda de financiación para llevar a cabo esta propuesta. El regidor nacionalista aclara que, de hecho, el proyecto quedará en "stand by" hasta conseguir posibles subvenciones.
Castaño declara que "imos traballar a conciencia para conseguir axudas de todas as administracións que permitan facelo realidade. Hai que ser realistas: nós temos claro que non podemos acometer obras deste nivel ata ter os cartos". Insiste en que el Concello no puede, de ningún modo, asumir más endeudamiento.
El alcalde catoirense explica que el proyecto de la senda peatonal para recuperar el tramo del Camiño Real fue redactado por la empresa Galaicontrol gracias a una subvención provincial del anterior gobierno de la Diputación. El objetivo de la actuación es hacder exclusivamente peatonal el camino, creando un nuevo paseo por el borde de la costa que funcionaría como conexión entre el centro urbano y el litoral.
El regidor justifica la necesidad de la actuación en que Abalo es la parroquia más alejada del centro, no existiendo un recorrido peatonal para hacer uso diario de los servicios que hay en el centro de la localidad como, por ejemplo, que los niños acudan al colegio. De hecho la única alternativa para el tránsito peatonal es la carretera PO-548, que la administración local entiende que no es apropiada debido al alto nivel de tráfico rodado y a la inexistencia de aceras. "O roteiro ofrecería ás persoas veciñas e visitantes unha experiencia única, combinando impresionantes paisaxes mariñas coa nosa rica historia e cultura", esgrime el nacionalista.
La propuesta es crear una plataforma única transformando el Camiño en una zona en la que solo se permitirá el tráfico a residentes, servicios y vehículos de emergencia. Para eso se busca demoler los pavimentos existentes, adaptar los drenajes, renovar los servicios e instalar nuevos firmes combinando hormigón con losas de piedra. Se incluirán nuevas zonas de estancia con mobiliario urbano y se reinstalará la señalización. A mayores se ampliará el itinerario peatonal en ambos extremos de la actuación, acondicionando el camino actualmente en desuso en una longitud de 610 metros lineales. El total de la actuación abarca una superficie de 6.700 metros cuadrados.