La puesta en marcha de las dos naves que la organización de productores Parquistas de Carril tiene en el muelle de O Ramal supondrán un cambio radical en la forma de trabajar de aquellos que tienen los viveros como modo de vida. Hasta ahora las tareas de clasificación de los bivalvos que se recogen en los parques se hace –fundamentalmente– en las propias embarcaciones de los mariscadores al aire libre o en locales particulares. Una mecánica ancestral que –el paso del tiempo– ha demostrado que puede mejorarse de forma notable. De ahí que la directiva de la organización que preside José Luis Villanueva apostase por la concesión de las naves 5 y 6 en el muelle de O Ramal. Un total de 2.116,08 metros cuadrados que servirán no solo para modernizar el proceso de clasificación del marisco obtenido en Carril, sino también para apostar por la promoción turística de la almeja como referente de calidad. 

Las características de las dos naves las explican los propios parquistas en su revista periódica. Es en ella donde exponen que la nave 6 es la que se destinará a la clasificación de los moluscos con el objetivo de “garantizar un buen proceso de selección y reducir así la merma de productos acuícolas que se producía al realizar esta labor al aire libre estando expuestos a los agentes e inclemencias climáticas”. A mayores también entienden desde la organización que se mejorará la higiene y la estanqueidad climática. 

Por su parte es la nave 5 la que se destinará a un fin absolutamente promocional. De hecho ahí se pondrá en marcha un centro de divulgación en el que se llevarán a cabo actividades interpretativas y promocionales de la cultura y del oficio. También –y así lo exponen en su publicación– se llevarán a cabo acciones de sensibilización y educación destinadas a la población en general y a compradores potenciales. Será, así pues, un centro de dinamización turística.

En las dos naves se acometen trabajos de mejora tanto en lo que se refiere a la cubierta como al suelo para mejorar el proceso de climatización. En un primer momento la organización de productores valoró la opción de utilizar la lonja carrilexa, pero la falta de espacio descartó esta alternativa  al resultar inviable para acoger el trabajo de tantísima gente en un local tan pequeño.