La lluvia se ha convertido en un mal compañero de clase para la comunidad educativa de A Escardia. Los baches que hay en el aparcamiento disuasorio que el Concello habilitó hace años justo al lado del centro educativo provocan que –cada vez que llueve– la entrada y el patio del colegio se llenen de barro. Una situación que no agrada tampoco a los usuarios del estacionamiento, dado que son muchos los conductores que optan por dejar aquí su vehículo bien para acudir al centro urbano andando o incluso a la próxima estación de ferrocarril.
El malestar y el mal estado del aparcamiento ya fueron comunicados al Concello, que ya ha tomado cartas en el asunto. De hecho desde la administración local esperan poder ejecutar trabajos en este punto justo después de Semana Santa con la esperanza más que nada de que el buen tiempo acompañe a las tareas. La idea es utilizar una máquina para nivelar los baches y –a mayores– en la zona de entrada se realizarán unos trabajos para evitar que el agua que se acumula en el aparcamiento suba a la acera. Lo que se hará de hecho –según confirman desde la administración local– es habilitar un sistema de drenaje para que esto vuelva a ocurrir. Y es que la situación acutal –y pese a que no ha sido un invierno extremadamente lluvioso– disgusta no solo al alumnado, sino también a padres que acuden a recoger a los pequeños al centro educativo y también a los peatones que caminan habitualmente por este espacio.
En ese entorno hay dos aparcamientos de los que se consideran y denominan disuasorios. El primero está pegado al colegio de A Escardia y el segundo un poco más adelante en el otro lado de la acera. El suelo de ambos es de tierra, de ahí que tanto por el uso y desgaste provocado por los coches que aparcan ahí como por el de la lluvia presenten importantes agujeros que se llenan de agua cada vez que caen cuatro gotas.
Ahora el Concello busca arreglar el estacionamiento que está al lado del colegio para responder así a las críticas vertidas en las últimas semanas.