Una catarsis para viajar muy lejos hacia dentro de uno mismo

Una catarsis para viajar muy lejos hacia dentro de uno mismo
David Seijo con sus alumnos durante la última clase del año | mónica ferreirós

A veces de los peores momentos surgen las mejores ideas. Y eso le pasó a David Seijo durante la pandemia. Mientras el país se paralizaba, al actor le entraron ganas de “hacer cosas por los demás”. Fue así como se puso a escribir y como surgió el sueño que después se convertiría en realidad. Aunque los caminos de la vida muchas veces superan a los de la ficción y el resultado es todavía mejor de lo que nunca pudo imaginar.


El taller “Liberación”, que ayer celebró su última sesión del año, llegó precisamente para sacar de dentro todas las emociones que se acumularon en un momento tan complejo. “No sé cómo hubiera sido si se hiciera en otras circunstancias. La gente tiene una necesidad casi psicológica”, explica Seijo.


Actor vilagarciano, con una trayectoria conocida en la televisión y cine, es también diplomado en pedagogía teatral y recibió una completa formación en el estudio de Juan Carlos Corazza. Conocimientos que le valieron para poner en marcha una verdadera excursión colectiva hacia las emociones. “Nunca nadie nos había llevado de viaje tan dentro y a la vez tan lejos”, explica Ana Romero, una de sus alumnas.


Para ello, la música como estimulante sensorial juega un papel muy importante. “Me paso muchas horas en Spotify”, apunta Seijo Sanmiguel. A veces también son otro tipo de sonidos, como unas campanadas o un niño llorando, por poner dos ejemplos. “Y de repente te pone un rock and roll y estás bailando”, apunta Romero. Una “montaña rusa de emociones” con la que también se trabaja el concepto de la improvisación.


“Es una forma de trabajar que creo que es muy sana, con gente de todas las edades, y me encontré por sorpresa con muchas personas que necesitaban mostrar sus sentimientos”, apunta el actor. De hecho, al inicio se hacían grupos diferenciados por edad, pero una vez decidió juntar a pequeños y mayores, dando lugar a un extraordinario intercambio de energías.


Una experiencia sensorial


Porque en eso también consiste la Liberación que propone Seijo, una auténtica terapia en grupo de la que nadie sale intacto. “El otro día llegué con un dolor de pecho y salí sin él”, explica Soledad, que había tenido una semana muy complicada y a punto estuvo de no ir al taller. “Siempre nos dice que somos especiales. Lloramos. Gritamos, reímos. Salimos liberados. Es impresionante”, señala Ana Romero.


Esta alumna recuerda siempre como el primer día viajó al lugar más feliz de su infancia. “Esa niña me dice que juegue”, dice Romero. “Cuando somos niños no tenemos vergüenza. No sé por qué después dejamos de jugar”, reflexiona el actor y pedagogo.


Los talleres comenzaron tras el confinamiento y, desde entonces, el grupo ha ido variando, aunque muchos llevan prácticamente desde el inicio. Los momentos que comparten juntos les ha llevado a tener una relación muy especial. “A min a pandemia sentoume moi mal. Este grupo serviume para salir da zona de disconfort”, explica Rosa Solla, otra de las alumnas.


Todas recomiendan la experiencia. Aquellos que quieran anotarse, pueden hacerlo a través del correo seijo.sanmiguel@gmail.com o del número de teléfono 678709431. Los talleres se llevan a cabo en el centro Breogán, de O Piñeiriño, los viernes o los sábados.


Una obra de teatro propia


El taller también dio sus frutos en forma de telón. El que se abrirá para la obra de teatro “Dantescos”, que se representará el próximo 13 de enero en el Salón García. La dirección y el guión corre a cargo de un alumno del taller y el propio David Seijo hablará el día de la obra, haciendo una introducción. “Recoge sketchs que trabajamos en las clases. Salieron de ideas e improvisaciones”, explica el actor. Una oportunidad para asistir como público a la Liberación. 

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