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martes | 25 marzo | 2025
Ni las fuertes lluvias, ni el frío, ni la alerta naranja pararon la marea ciudadana que abarrotó A Pobra en defensa “do noso mar” y en contra de la instalación de los proyectos industriales Altri en Palas de Rei y la Mina de Touro-O Pino. El sector del mar volvió a demostrar la fuerza de protestas que no se recordaban en la Ría desde hace años y ya desde las diez y media de la mañana las entradas a la pequeña localidad de O Barbanza estaban colapsadas. “Isto non pasa nin no Nazareno”, indicaban algunos manifestantes minutos antes de la hora de salida. Por tierra y por mar, donde a media mañana alrededor de 600 embarcaciones esperaban en el canal para juntarse en el muelle con la marcha a pie que partió del entorno de la lonja. Allí –encabezando la protesta– la gran pancarta de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa con una única consigna: “A auga é o noso futuro. Nin Altri nin mina. Defendamos o noso modo de vida”. Y es que entre los manifestantes había, sobre todo, personas directamente vinculadas al mar y a sus sectores productivos. “Isto é a morte”, señalaba la presidenta de las mariscadoras de Carril, María Porto. “Non marchamos nós do mar, bótannos”, zanjó. Una “estocada final” a una Ría que ha ido perdiendo en producción marisquera de forma paulatina en los últimos diez años.
El “espírito do Prestige” del que hablaban algunos a pie de pancarta se notó en las consignas, en los fuertes bocinazos desde los barcos y también desde el asfalto y en las arengas que la actriz Isabel Risco gritó desde encima del escenario mientras había gente que todavía estaba saliendo del punto de arranque de la marcha a la una y media de la tarde. “Esta é a resistencia, a loita, a revolución”, arengaba. Las tres mujeres que leyeron el manifiesto apuntaron que “hai que seguir presionando en Galicia, en España e en Europa. Temos que seguir en alerta”.
La conselleira de Industria tilda la protesta de “comunismo do século XXI e de axitación de masas” |
| La conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, declaró que la protesta de A Pobra estaba “liderada polo BNG” y la tildó de “comunismo do século XXI”. La responsable autonómica hizo alusión a la “desinformación” y acusó a los nacionalistas de “loitar para que non haxa industria e, polo tanto, para que os galegos sexan máis pobres e menos libres”. Relató que “xa o fixeron cos pélets, coa AP-9 e con Alcoa. É a mesma historia, pero con outro nome”. De hecho aseguró que “cando pase Altri será outra cuestión, o que lles dea impulso para continuar facendo ese comunismo que o que fai, se non o paramos, é empobrecer e facer unha Galicia peor, unha Galicia do século XIX”. Lorenzana también tuvo palabras para el Partido Socialista, al que acusó directamente de “nin gobernar nin ter visos de gobernar, está absolutamente desaparecido”. Le recriminó estar “soportándolle a pancarta a Ana Pontón”. La conselleira se dirigió directamente al Gobierno de Pedro Sánchez para preguntar sobre el proyecto de la pastera: “Que vai facer con el? Vaille dar conexión eléctrica? Vaille dar financiación? Creo que teñen que responder, dentro duns expedientes administrativos, a Galicia e aos galegos”. Reprochó a su vez que “me parece vergoñento que partidos que se consideran e se din nacionalistas e o PSOE estean reclamando que non cheguen fondos, mentres existe unha sangría de cartos para propostas que están noutras comunidades”. Insistió como gobierno gallego a “que se explique por que non chegan fondos a proxectos galegos”. |
Personas de todas las edades portaban pancartas de “Altri non” y otros rescataron las guadañas y calaveras que ya protagonizaron protestas masivas anteriores como ejemplo de que “estannos levando á morte”, como destacaba una mariscadora de O Grove.
Ni a pie de calle –en donde la gente se iba uniendo a la manifestación central a medida que esta iba avanzando– ni encima del escenario había lugar para el pesimismo. “Non nos rendemos”, aseguraba el presidente de la PDRA, Xaquín Rubido. Allí –de cara a las miles de personas que se apelotonaron en la explanada portuaria bajo la lluvia– se hizo un llamamiento a un “pobo cheo de dignidade e que quere a súa terra e o seu mar. Non nos arredar nin a choiva nin o vento. Tiñamos claro que non iamos ficar na casa”.
Greenfiber insiste en que la fábrica no alterará el estado del Ulla ni de la Ría |
| La empresa que proyecta las instalaciones en Palas insiste en un comunicado tras la protesta que en esa fábrica “solo se fabricarán fibras textiles sostenibles a partir de celulosa: por un lado fibras solubles de base celulósica, de las cuales una parte servirá para fabricar Lyocell en la misma planta y otra parte se destinará a otros productores de fibras textiles”. La directora de Recursos Humanos y de Relaciones Institucionales de Altri en España recalca que “el volumen de producción planteado viene determinado por el necesario equilibrio que precisa la planta para ser autosuficiente energéticamente”. Asegura que “no se alterará el estado del río Ulla ni de la Ría de Arousa”. La directiva de Greenfiber subraya que “el proyecto ha sido desde siempre así, tanto a nivel de producción y de energía como de empleo”. Dicen que “invertiremos 80 millones de euros en el más eficiente e innovador sistema de depuración de aguas que hay en la industria para asegurarnos de que no se va alterar el estado del río Ulla y, por lo tanto, que no va a afectar a los bancos marisqueros de la Ría de Arousa. Lo demás son bulos”. Añaden que “este es un proyecto industrial del siglo XXI que sigue a rajatabla las directrices de la UE”. |
Rubido destacó la unidad no solo del propio sector del mar, sino también de otras plataformas presentes en la protesta como la de Ulloa Viva o la de Mina de Touro Non, que llevaban sendas pancartas. El presidente de la PDRA destacó la oposición de todos ellos a un “modelo altamente salvaxe de industrialización” y se mostró firme asegurando que “imos a parar estos dous proxectos altamente contaminantes porque son unha ruina para Galicia e un atraco para os galegos”. En la manifestación –además de las plataformas ciudadanas, de representantes del sector del mar, ecologistas y ciudadanos anónimos– también estuvieron partidos políticos como el BNG y el PSOE. Es la quinta protesta contra la pastera desde que decidió instalarse en Galicia.
