Viajaron durante toda la noche para estar a primera hora en Valencia y allí coordinarse con la Central de Emergencias de la Generalitat para ayudar en aquellos puntos más afectados por la tragedia de la DANA. A las nueve menos cuarto de la mañana los seis miembros de Emerxencias de Vilagarcía ya estaban en Paiporta, una de las zonas más perjudicadas por la riada. “A primeira impresión foi tremenda. Isto é un auténtico campo de guerra. Está todo destrozado”, explica el jefe del servicio de Emerxencias vilagarciano, Francisco Javier Busto. Junto a sus compañeros –y ya al mediodía– se encontraba en Sedaví, otro de los puntos críticos. “Estamos axudando con bombas de achique a retirar a auga de aparcamentos soterrados e garaxes en donde se cre que pode haber falecidos. Son de dúas plantas e hai moito que facer aí”, manifiesta.
La impresión del jefe de Emerxencias respecto de la coordinación es buena. “Faise por zonas e vanse enviando efectivos. A xente, os veciños, tamén están colaborando. Mires a donde mires hai fango e barro por todos lados”, manifiesta.
Francisco Javier Busto ya era parte activa de Emerxencias en Vilagarcía cuando se vivieron las inundaciones del 2006 en la ciudad. “Na nosa cidade a afectación foi en certas rúas. Aquí en cambio afecta a absolutamente toda a zona. É como se todo Vilagarcía estivese absolutamente destrozada. Hai moito traballo por facer”, reconoce el jefe de Emerxencias.
En principio la previsión de los voluntarios que se fueron a trabajar a la zona de Valencia es permanecer allí –con el equipo que desplazaron– unos dos o tres días. Eso sí, no descartan enviar relevo para poder seguir en las tareas de rescate. Así pues los vilagarcianos están mano a mano con los servicios de emergencias levantinos intentando ayudar “no máximo posible”.
Una ayuda que desde Arousa se vive de una forma diferente, aunque no menos altruista. Concellos, particulares, asociaciones y empresas se están movilizando para poder enviar ayuda de todo tipo a Valencia. Lo hacen desde diferentes puntos de las tres comarcas de la Ría de Arousa y con el objetivo de hacer que en Valencia no se sientan abandonados.
Así pues –además de en la nave de Fundiciones Rey– colectivos como la Asociación de Vecinos de Carril o clubs de la capital arousana se han movilizado en la recogida de alimentos, ropa, productos de primera necesidad e incluso dinero. Desde Ulla-Umia un tanto de lo mismo. Desde el Concello de Caldas se están organizando para poder hacer envíos también a la comunidad valenciana sumándose a iniciativas de otros concellos e instituciones. También en el margen norte de la Ría de Arousa donde en Ribeira, con el proyecto Pegasus Rubén Lijó recoge alimentos para ser trasladados en dos tráiler de la empresa Logística Garmou a la zona cero de la tragedia.