Más zonas verdes, más suelos naturales y más cobertura arbórea. Estas son algunas de las cuestiones que Greenpeace pide al Concello de Vilagarcía al entender que la ciudad no cumple con la denominada regla “3-30-300”, que consiste en que cada persona debe ver al menos tres árboles desde su casa, tener un 30 % de cobertura vegetal en su barrio y estar a 300 metros de un parque. Según la organización la capital arousana tiene 270.745 metros cuadrados de espacios libres y zonas verdes lo que implica “7,2 metros cadrados por habitante, unha cifra escandalosamente baixa”. De ahí que Greenpeace reta a Ravella a que “pase do gris ao verde, xa que agora está lonxe de conseguilo”. De hecho la organización ecologista pone ejemplos e insta a cambiar el proyecto de humanización previsto para la céntrica calle Arzobispo Lago y que sigue el modelo de lo que se hizo hace años en la Praza de Galicia. Demanda que se introduzca “máis cobertura arbórea e chans naturais” y que “corrixa as deficiencias nos lugares grises, aqueles onde o Concello non introduciu suficiente espazo verde”. De hecho entienden que Vilagarcía tiene oportunidades para “renaturalizar” los espacios en parte del río de O Con o en la franja de la playa de A Compostela más próxima al centro urbano. Y es que así como Greenpeace aplaudió en su día -y sigue haciéndolo- la apuesta del gobierno local vilagarciano por las zonas peatonalizadas y los carriles-bici cuestiona también actuaciones urbanísticas como las realizadas en la Praza de Galicia y en la calle Camilo José Cela de O Piñeiriño. “Nos últimos anos o Concello de Vilagarcía estase a esforzar en implementar un novo modelo de cidade. Fixeron unha aposta pola mobilidade ciclista e cada vez son máis as rúas peonís, polo que semella camiñar na boa dirección. Con todo consideramos que hai proxectos que nesta transformación da cidade non están a ter en conta a importancia das zonas verdes e espazos naturalizados no centro urbano”. Se refieren en concreto a esas dos zonas recientemente humanizadas en el centro urbano y en O Piñeiriño de las qeu dicen que “melloraron a habitabilidade, máis teñen un enorme déficit de cobertura vexetal, especialmente arbórea e chans naturais, facéndoas case inhabitables nos meses de máis calor”.
De ahí que animen al Concello a poner en práctica políticas que incluyan más espacios verdes y parques.