Los lodos de Guillán descendieron estos días por el regato de A Tripeira hasta llegar a la zona de marisqueo de la playa de A Concha. Una situación que acaba por agotar la paciencia de las mariscadoras, que el martes llegaron a su zona de trabajo y se la encontraron totalmente embarrada.
Por ello, piden al alcalde, Alberto Varela, y al gobierno local, que tomen “cartas en el asunto” para buscar una solución a este problema. La realización de unos trabajos para poner en marcha una plantación de albariño en terrenos situados en lo alto de Guillán generaron, desde hace un par de años, diversos problemas a los vecinos, que veían que sus caminos y fuentes se inundaban de lodo en cuanto llegaban las lluvias.
Sin embargo, desde hace unos meses el problema parece haberse resuelto. El martes volvió a reaparecer pero, en esta ocasión, en un lugar distinto, en la playa de A Concha. Allí desemboca el regato de A Tripeira, que fue descubierto hace algo más de una década tras un vertido.
Entonces, desde la administración municipal se optó por canalizarlo al aire libre y poner unas barandillas de madera, aunque hoy en día la estructura se encuentra en mal estado. A través de esta canalización, no es la primera vez que llega algún que otro disgusto a la zona de las concesiones marisqueras. El barro cubría las botas de las mariscadoras, que reclaman al Concello medidas, sobre todo en unos meses en los que la situación ya es, de por sí, complicada