Era la primera Noite Meiga en la que las manos de Pilar Blanco no estarían trajinando tras las barras, dándole vida a una fiesta que ayudó a impulsar desde sus inicios, de la que fue una de las almas, pero no en pena, y que por primera vez no iba a poder disfrutar.
Pero para algo están los "conxuros" y eso lo sabe bien Carlos Blanco. Humorista y actor, pero también hermano. Que fue el encargado de darle vida a la queimada y, para ello, no dudó en convocar a las almas que ya no están con nosotros. Entre ellas, la de Pili.
Zona Aberta quiso así rendir homenaje a la que fue una de sus directivas pero, sobre todo, un pilar de la vida comunitaria. Activa, generosa y siempre dispuesta, la marcha de Pili Blanco dejó huérfanos a muchos. En la noche del sábado, su hermano la invocó y aún tuvo hueco para reclamar un hechizo que permita lo que sería la verdadera magia: "Que cada quen atope un recuncho para vivir en paz".
Que así sea.