Apostar por la cultura, por la música, por dar una oportunidad a las bandas emergentes y, al mismo tiempo, por ofrecer un espacio en donde tomarse algo con los amigos y seres queridos. Ese es el objetivo del Cream, una sala dedicada a las actuaciones en vivo que está a punto de abrir sus puertas en la Avenida Moreira Casal, la que va a la estación de tren. En concreto, el local se ubica en el mismo bajo que un viejo conocido: 

El Don Piano. Será una nueva vida para un establecimiento de los de toda la vida, pero con un cariz totalmente distinto. Lo explica su gerente, Diego García, que anuncia que será un local dedicado a la música en vivo, pero en el que también habrá monólogos, entre otras modalidades.
 

Será un espacio en el que tendrán cabida tanto las bandas emergentes como los grupos ya consolidados y en el que la improvisación, como en cualquier bar que se precie, será un grado. Y es que los jueves serán “jam sessions”, sesiones con micro abierto, para todo aquel que quiera dejar su arte. Pero la apuesta artística no es solo para el interior del local, también para el exterior. El grafitero Antón Seoane, con una gran trayectoria y un estudio en Barcelona que lleva el nombre de “ROKdesign”, se está encargando de pintar la fachada para no dejar a nadie indiferente. Para que el Cream sea una experiencia desde el minuto uno.