El nuevo Mercadona de Vilagarcía abrió sus puertas esta mañana en Valle-Inclán con gran expectativa, personas esperando desde primera hora y pasillos abarrotados durante toda la jornada. La compañía invirtió unos trece millons de euros en unas obras en las que participaron 70 proveedores y emplearon a 350 personas.
El nuevo supermercado, que tiene una superficie de ventas de 1.600 metros cudrados, incorpora la sección "Listo para Comer", lo más buscado por los clientes, que además disponen de bebidas frías y platos listos para consumir servidos en envases fabricados con materiales naturales, como la caña de azúcar (material compostable), el cartón o el papel.
La tienda cuenta con un aparcamiento de 186 plazas, de las que cinco son para vehículos eléctricos. Dispone, entre otras mejoras, de una nueva entrada con doble acristalado que evita corrientes de aire, unos pasillos más amplios o una área de descanso con 25 sillas y seis mesas.
En cuanto al aspecto medioambiental, Mercadona destaca que se tomaron varias medidas que permiten reducir hasta un 40 por ciento el consumo energético respecto al modelo de tienda convencional, como la mejora del aislamiento térmico y acústico con la optimización de los materiales y el grosor de las paredes y techos o nuevos arcones de congelado más eficientes. Cuenta con un sistema de iluminación led automatizado que se regula según las zonas y los momentos del día para una mejor gestión.
Otra de las medidas es la colocación en la cubierta de placas solares, que podrán generar un total de 58,5 kilovatios con los que seguir avanzando hacia el autoconsumo y la descarbonización, lo que señalan que permitirá ahorrar en torno a un veinte por ciento de su consumo energético anual respecto auna tienda sin energía fotovoltaica instalada, lo que supone una reducción aproximada de 30 toneladas CO2 por supermercado.
Mercadona centraliza en las instalaciones de Valle-Inclán toda su actividad en Vilagarcía y destaca las medidas para facilitar las tareas diarias de los 65 trabajadores, como el nuevo mueble caja, que se desarrolló en colaboración con el Instituto de Biomecánica de Valencia. La tienda también dispone de zonas comunes para el descanso de los empleados.
El supermercado cuenta con una entrada peatonal y otra para los coches. Frente a las cajas, se ven los muretes que separan la zona arqueológica, terrenos ya donados al Concello y cuya excavación promoverá la compañía.
La zona se protegió para proteger los trabajos, cuando se lleven a cabo, y evitar posibles daños. En ese áre se localizó la puerta marítima del Castro de Alobre y ahora se llevarán a cabo unos ambiciosos trabajos arqueológicos.