El párroco de Sobrán, Manuel Folgar, ejercerá de mediador ante el Arzobispado de Santiago para intentar desbloquear la cesión de terrenos en la Rúa Ameixeiras. Un acuerdo que posibilitaría que el trazado peatonal se pudiese ejecutar de forma lineal –y no con cortes– y garantizar así en su totalidad la seguridad vial en una carretera muy transitada. El alcalde, Alberto Varela, se reunió ayer con el párroco en un encuentro que ya había sido acordado entre las dos partes el día que se reabrió al público la iglesia románica de Sobrán.

Tanto el sacerdote como la administración local coinciden en la necesidad de desbloquear el conflicto. Hacerlo ayudaría a garantizar la seguridad de la comunidad escolar del instituto Cotarelo Valledor y también de las viviendas del entorno. Lo que busca el Concello es que las negociaciones se centren en este proyecto concreto –ya iniciado–, mientras que el Arzobispado (las veces que se pronunció al respecto) hace alusión a un convenio urbanístico del año 1999 que afecta también a la reordenación de la edificabilidad de una finca en Cornazo.

El Concello señala que, de este modo, facilitar el trazado entero de las aceras en la Rúa Ameixeiras no solo se ligaría a la reordenación de la edificabilidad de la parcela de esa calle, sino a otra a varios kilómetros de la misma. En este sentido el gobierno indica que no puede aceptar que para hacer unas aceras que –tarde o temprano– la Iglesia como propietaria tendría que hacer por ley, se mezclen otros asuntos “que nada teñen que ver”.

En este sentido el regidor socialista confía en que la intervención del párroco de Sobrán sirva para centrar el debate “deixando para cando corresponda cuestións que poden ser lexítimas, pero teñen outros vieiros”.
Lo cierto es que la ejecución de las aceras para mejorar la seguridad vial en la Rúa Ameixeiras es una demanda que viene de lejos. Ahora que se ha logrado desbloquear e iniciar el proyecto el problema viene dado precisamente por el tramo que corresponde a la Iglesia y por la necesidad de que esta ceda los terrenos para hacer las aceras seguidas. Sin embargo desde el Arzobispado hasta hora no han mostrado disposición de ceder los terrenos a cambio de nada.

Con el Arzobispado han hablado no solo representantes municipales –como ahora volverán a hacerlo en compañía del párroco de Sobrán– sino también miembros de la Asociación de Vecinos “Outeiro” de Sobradelo. Ellos mismos reconocieron salir del encuentro “decepcionados” al no encontrar una respuesta positiva a sus demandas.

Por el momento falta esperar para ver si finalmente se desbloquean esos metros de terreno que mejorarían de forma sustancial la seguridad vial en un vial muy transitado, especialmente por menores de edad.