La Dirección Xeral de Patrimonio acaba de emitir, el día 6 de abril, un informe favorable al estudio de detalle presentado para la finca situada en el número 15 de la Rúa Valle- Inclán, donde está previsto poner en marcha un Mercadona.
Eso sí, el visto bueno dado por el organismo dependiente de la Consellería de Cultura incluye la obligación de tomar una serie de cautelas arqueológicas para proteger la cetáera romana hallada en un lateral de la finca.
Un yacimiento muy importante, situado en las proximidades del Valdés Bermejo y, por tanto, en la zona más próxima al Castro Alobre, pero que se encuentra en el otro extremo a donde se construirá el supermercado.
El nuevo Mercadona, según recoge el estudio de detalle, ocupará 2.800 metros cuadrados de los 6.735 con los que cuenta la parcela. Los aparcamientos sumarán 135 plazas, cincuenta de las cuales estarán en el sótano, 55 en la primera planta y 30 en el bajo. En el piso superior se ubicará también la zona de servicios.
La entrada a la parcela cambiaría con respecto a la actualidad, ya que se desplazaría unos metros. El estudio de detalle fue aprobado por el Concello de forma inicial en septiembre de 2021. Al tratarse de un terreno de uso industrial, la realización de este trámite es indispensable, tal y como lo contempla el PXOM. Además, Ravella también lo envió a Patrimonio, debido al descubrimiento de los restos arqueológicos.
El descubrimiento de la cetárea romana fue llevado a cabo por la empresa A Citania y dirigidos por la doctora en Arqueología María Martín Seijo. El equipo fue contratado por los propios promotores del supermercado.
El yacimiento se encuentra en un extremo de la finca y se encuentra fuera del área comercial, de la que estaría separado por una barrera vegetal. La intención del ejecutivo socialista, según dio a conocer en su día, es que los restos de la cetárea estén al descubierto y se integren en el parque Valdés Bermejo.
La Dirección Xeral de Patrimonio pone como condiciones al estudio de detalle la toma de una serie de cautelas arqueológicas para la protección del yacimiento romano.
La cetárea es una especie de fábrica de procesado de pescado vinculada a un castro, el Alobre, que se erigía sobre el mar. Está formada por una serie de estructuras y depósitos, en uno de los cuales se localizó la presencia de un color blanco grisáceo, que los arqueólogos identifican como yeso, sulfato, calcio u otro tipo de agente neutralizador de la acidez del producto, como remedio contra el exceso de grasas de los productos salados, sobre todo la sardina. El yacimiento, tapado desde entonces, está en un buen estado de conservación y, según se recoge en el informe arqueológico elaborado por A Citania, su estudio podría servir para obtener “unha completa caracterización do tipo de procesado de peixe e produtos derivados (garum, muria, hallec, liquamen) realizado en la época romana en la costa sur de Galicia. En las inmediaciones se localizaron también dos concheros con restos de huesos, cerámica de pasta micácea para la cocina o procesados, que muestran una alimentación diferente a al que se detecta en los basureros del Castro de Alobre.
Las prospecciones realizadas por A Citania descartan presencia de restos arqueológicos en la zona del supermercado, pero sí detectan hacia el Valdés Bermejo, donde ven interesante excavar.