Los rañeiros afectados por el paro del libre marisqueo en Arousa deberán justificar un total de 120 días trabajados durante las campañas de 2022 y 2023. Así lo aseguran desde la Consellería do Mar, que inciden en que –eso sí– los buques podrán computar todos los días de actividad con un mínimo del 20 % dedicados al marisqueo. Por su parte el departamento autonómico expone que las personas que trabajan a pie deberán justificar los días entre marisqueo y recursos específicos. Los 120 días también eran los exigidos para acceder a las ayudas la pasada anualidad, con una campaña de libre marisqueo nefasta para el sector, al igual que la de 2023-2024, ya parada desde hace semanas.
En cuanto a la fecha en que se van a poder a empezar las ayudas desde el departamento autonómico que dirige Alfonso Villares apuntan que se está trabajando en estos momentos en la Orden que las regula y que se espera que esta pueda estar lista en el mes de abril. Apuntan que el período subvencionado será de tres meses a acreditar entre octubre de 2023 y abril de este mismo año.
La baja productividad ha sido la que ha llevado a la Consellería do Mar a decretar –por segundo año consecutivo– el paro biológico en los bancos del libre marisqueo. De hecho Os Lombos en la presente campaña directamente ya no se abrió a la extracción. El año pasado los rañeiros accedieron a las ayudas en el mes de julio y son muchos los que este año se quejan de que esos plazos son demasiados para sobrevivir sin ingresar nada. Y es que la percepción de esas ayudas son incompatibles con la realización de otro trabajo remunerado.
Parte de los afectados entienden además que los requisitos que se exigen respecto a los días trabajados en la campaña anterior son muy exigentes. Defienden que hubo días en los que no eran rentable ir al mar y que sumar las 120 jornadas en muchos casos no es posible.
Cabe recordar que la Xunta de Galicia también liberará fondos para ayudar al sector de a pie, afectado en el mes de noviembre por las fuertes riadas que se llevaron por delante buena parte de la producción marisquera en varias concesiones. Un sector tocado desde hace ya años, dado que los propios datos evidencian una caída progresiva de la producción. De hecho la Cofradía de Vilanova ya está negociando un ERTE debido a la situación.