Ravella calcula que la obra de la playa estará lista a finales de agosto

Empieza por la zona de A Concha la apertura gradual del arenal con la retirada de las vallas protectoras
Ravella calcula que la obra de la playa estará lista a finales de agosto
La empresa encargada de los trabajos ha empezado a abrir una parte y procede con el mismo sistema en otros puntos | MÓNICA FERREIRÓS

Las obras de eliminación del cadillo en la playa de A Concha-Compostela podrían estar terminadas a finales del mes de agosto. Así lo calculan tanto desde el Concello como desde Costas del Estado y desde la empresa Tragsa, encargada de ejecutar los trabajos. Por el momento ya se ha iniciado la apertura gradual de los arenales con la retirada de las vallas que delimitaban la zona en la que se estaba actuando. Se ha hecho por el punto más próximo a O Ramal, en A Concha, que será además en donde se celebrará este mismo mes el Atlantic Fest, ya con la arena “saneada” de pinchos.


Mientras se procede a esta apertura las obras continúan en otros puntos de la larga playa. De hecho en el tramo más próximo al que ahora queda abierto se están llevando a cabo las tareas de riego con agua salada, justo hasta la altura de donde se encontraba la antigua Lantero. Desde ahí y a lo largo del parque de A Compostela y casi hasta el viejo lavadero los trabajos repiten el esquema que ya se ejecutó en su día en A Concha. Este consiste en retirar la capa superficial sobre la que se extendió el molesto cadillo. Será enterrada en grandes zanjas que, después, volverán a ser rellenadas con arena que después se aireará. El paso final es volver a regar la zona con agua salada. Por este motivo en los próximos días está previsto que se mueva el generador eléctrico y la bomba de agua que ahora se encuentran en A Concha. Así pues, la liberación del arenal –tal y como apuntan desde la administración local– será “gradual”.


Seguridad

La administración local no se pronuncia sobre las quejas de usuarios respecto a la caída de vallas en zonas en las que los bañistas toman el sol, pero sí apuntan a que la razón por la que está vallado prácticamente el arenal es por motivos de “seguridad”. Matizan que las zonas de trabajo son cada vez más estrechas y es necesario acortarlas bien para evitar cualquier tipo de riesgo en donde están actuando las máquinas de gran porte. A medida que se vaya avanzando las vallas se irán retirando hasta llegar hasta el final. A día de hoy se calcula que el proyecto fue ejecutado en más de tres cuartas partes, de ahí que se crea que puedan adelantarse el final de los trabajos.


Batidas manuales

En el propio proyecto – como ya se había dicho– está previsto que los operarios hagan batidas manuales para erradicar cualquier resto de cadillo. Desde el Concello señalan que la maquinaria pesada no puede llegar a toda la superficie por cuestiones técnicas y también, por prudencia, dado que si se aproximan mucho a canalizaciones o al propio paseo podrían crear desperfectos. De ahí que haya que hacerlo a mano. Una vez que las obras terminen se hará otra batida completa, también a mano.


Además en el propio proyecto están incluidas tareas de mantenimiento anual, con riegos de agua salada para evitar que el cadillo –tan molesto sobre todo por sus pinchos y especialmente para bañistas y ciclistas– vuelva a rebrotar en una de las playas con más afluencia de la capital arousana. 

Ravella calcula que la obra de la playa estará lista a finales de agosto

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