La diosa de la fortuna ha tocado con su varita mágica a la Ría de Arousa. El sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad ha dejado una auténtica lluvia de millones en las tres comarcas arousanas. De hecho tanto en O Salnés, como en O Barbanza y Ulla-Umia se descorchó champán para una de las celebraciones más esperadas y con una suerte que había esquivado los últimos años esta zona de las Rías Baixas. En total se repartieron casi 66 millones de euros, una de las cantidades más elevadas que se recuerda en la Ría en las últimas ediciones del sorteo.
Los Quintos fueron los más madrugadores y ya calentaron los motores para lo que estaba por venir. El 57421 dejó un total de 60.000 euros con nueve décimos vendidos en el Bar Suqui, de Silgar (en Sanxenxo) y otro más en Portonovo. En A Illa la única administración de Lotería que hay en la localidad vendió un décimo de tres Quintos diferentes: el 45353, el 88979 y el 37038. Nada más y nada menos que 6.000 euros cada uno. Fue uno de los grandes premios más repartidos, dado que el 88979 dejó 12.000 euros en O Grove (6.000 con un décimo en El Habanero y otro tanto en la Centola Dourada) y también repartió suerte con 6.000 euros en Cambados y en Casa Samuel, en Meis. A mayores otro Quinto, el 86007, dejó 6.000 euros en el bar Xolda, de Moraña, y otros 6.000 en la administración número 2 de Ribeira.
El sorteo extraordinario de Navidad mantuvo a todos los que habían jugado pegados al minuto-resultado hasta el último momento. Y es que los premios más cuantiosos se hicieron esperar, y mucho. Aún así a la Ría de Arousa le mereció la pena la tardanza. El Segundo premio, el número 58303, desembarcó por todo lo alto en O Grove y Sanxenxo. A Centola Dourada todavía le duraba la alegría del Quinto y tuvo que volver a sacar el champán para uno de los premios más cuantiosos que se recuerdan en la comarca. Vendieron un total de 450 décimos, lo que implica una cantidad que supera los 56 millones de euros. La mayoría –como bien señalaron desde la administración– vendida en ventanilla y en los meses de julio y agosto. Pese a la millonada repartida el ambiente no era extremadamente movido a las puertas de la oficina de loterías, pero sus titulares lo disfrutaron por todo lo alto con los periodistas allí presentes.
El Segundo también volvió a hacer protagonista a Sanxenxo. De nuevo el Bar Suqui, de Silgar, repartió tres décimos y un total de 375.000 euros. Probablemente también a alguno de los miles de turistas que pisan la localidad cada verano.
Pocos minutos después del Segundo –y convirtiéndose en el Gordo más tardío de la historia de la Lotería Nacional– salía el Primero. Un curioso 88008 que –en esta ocasión– no esquivó a la Ría de Arousa. El premio más esperado cayó en el Bar Campos, de Vilagarcía, que vendió dos décimos dotados con 400.000 euros cada uno a la misma mujer, que no dudó a ir a celebrarlo al establecimiento hostelero de la Praza de Ravella. En A Illa –de nuevo la administración número 1– volvía a aparecer la fortuna con un décimo del esperado Gordo. Nunca antes lo habían repartido en esta oficina. Eso sí, la cantidad más elevada fue para la comarca de O Barbanza. La administración número 3 La Mezquita de A Pobra vendió un total de veinte décimos sumando una cifra que alcanza los ocho millones de euros.
Lo cierto es que desde el premio Gordo en Rianxo –en el año 2003– en el que la localidad barbanzana repartió 120 millones de euros no se acuerda tal lluvia de dinero en la Ría de Arousa. En los últimos años alguno de los grandes premios dejó importantes cantidades en puntos como A Illa, Moraña, Cuntis, Caldas y también O Grove, pero nada comparado a esta edición. A estos importantes galardones millonarios hay que sumar las decenas de pedreas en participaciones y décimos que repartieron sonrisas entre los agraciados.