Interceptan una narcolancha cuando trataban de subirla a tierra en Vilanova

Interceptan una narcolancha cuando trataban de subirla a tierra en Vilanova
Vista de proa y de popa de la embarcación, montada en un remolque y unida a un vehículo tractor, en la rampa de la estación marítima| mónica ferreirós

Vilanova de Arousa amanecía ayer con una verdadera atracción en pleno centro. Si alguien tenía dudas de que allí se estaba cociendo algo importante, un helicóptero de la Guardia Civil, casi a ras de suelo, subrayó inmóvil en el aire, durante varias veces a lo largo de la mañana, tanto la envergadura del operativo como el lugar exacto: La rampa de la estación marítima. 

El instituto armado había intervenido horas antes, en la madrugada, una extraña embarcación, claramente modificada artesanalmente. No era el submarino que pronto se convirtió en lo más comentado entre los vecinos. Pero sí una supuesta narcolancha.

Dos personas habían sido detenidas aún de noche, ligadas a aquel ingenio. De la droga, ni rastro. Pero la Guardia Civil y la Agencia Tributaria manejaron ya desde el principio la hipótesis de un vehículo acuático especialmente habilitado para el transporte de estupefacientes.

Huida a nado
Fue una patrullera de la Guardia Civil la que, en unas habituales rondas de control, descubrió la inusual maniobra que, a tal intempestiva hora, se trataba de llevar a cabo en el interior del puerto vilanovés. 

Los agentes comprobaron cómo unas personas intentaban sacar la extraña embarcación de la mar, utilizando la rampa ubicada en el punto del que partió La Vuelta Ciclista a España en 2013. Al verse sorprendidas, varias emprendieron la huida. Uno, L.M.U.G., el conductor del vehículo, fue rápidamente arrestado por una patrulla de la Guardia Civil. Otro echó a correr, mientras que dos individuos se lanzaron al agua. Poco después, no obstante, la patrullera que peinaba la zona localizaba a un hombre, L.J.M., ya en una batea. Él también acabó detenido. 

Extraña maniobra
Cuando abrió el día, el cuadro se antojaba pintoresco tanto para los turistas como para marineros experimentados. Pero era además extraño. Algo no encajaba. La embarcación, tal vez de unos quince metros de eslora, parecía, al menos de entrada, demasiado grande para el remolque en el que estaba intentando ser sacada del agua. El vehículo que enganchaba el carro, aunque de doble tracción, parece ser que presentaba serios problemas para poder mover el gran artefacto. 

Nadie se explicaba, tampoco, el lugar elegido para la salida de la mar: Una rampa en pleno puerto, una zona al lado del paseo marítimo y de los amarres de la flota, bien iluminado, habitualmente vigilado por guardamuelles y frente a una zona de terrazas. Madrugada, sí, pero tal vez demasiado llamativo.

Lancha a medida
Por lo demás, la nave era un híbrido: Estructura base de lancha rápida tipo EAV, casco modificado con poliéster, completamente cerrado, que le otorga una gran capacidad de carga, hélices que evidencian motor a bordo, puente similar al de un pesquero y hasta unas barandillas que daban el toque a lo que para la muchedumbre allí concentrada, viéndolo todo, recordaba una escotilla. Y, por supuesto, ausencia total  de numeración o identificación reglamentaria. 

Los agentes no tardaron en armar un gran despliegue para comenzar a extraer evidencias. Se hizo cargo de él la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Pontevedra, con el apoyo de la Agencia Tributaria. 

Amplio despliegue
En las primeras horas, la patrullera peinó la zona por si se había producido algún lanzamiento de paquetes, bolsas u otra carga. Durante la mañana participaron un helicóptero, más patrullas, efectivos del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA), unidades de criminalística, que comenzaron sacando fotos a todo y siguieron rastreando el exterior e interior del barco en busca de pruebas, así como la enorme embarcación de la Guardia Civil Río Guadalupe. La subida de la marea complicó la operación cuando amenazó con dar flotabilidad al barco y sumergir el vehículo tractor, aunque finalmente los agentes consiguieron amarrar el primero al pequeño espigón del faro interior —hubo que cortar un cierre con una cizalla para poder acceder— y sacar el automóvil rampa arriba.

La investigación seguía ayer abierta, sin descartar la hipótesis de la participación en alguna descarga, aunque de momento sin evidencias directas de ello.

Interceptan una narcolancha cuando trataban de subirla a tierra en Vilanova

Te puede interesar