Leer el periódico, charlar, echar la partida de cartas o de dominó, bailar o hacer deporte, eran algunas de las actividades que formaban parte la rutina diaria de muchas de las personas mayores. Una manera de socializar y de mantener activa la mente y el cuerpo, pero que con la pandemia han tenido que dejar de lado. Es el caso del Club de Jubilados y Pensionistas de Portonovo que desde el inicio de la crisis sanitaria ha tenido que cerrar su sede y cancelar todas las actividades que se venían realizando en el centro social de la villa.
Desde el club lamentan que todavía no cuentan con un protocolo covid para poder reabrir las instalaciones, “la consellería de Política Social y el Concello no nos dicen nada”, señala su presidente, Antonio Cacabelos, por lo que pide a las administraciones que ayuden a estos colectivos sin ánimo de lucro a preparar los centros para retomar, aunque sea, algunas de las actividades para que los mayores puedan estar entretenidos y acompañados. “Nosotros hemos pedido que nos mandasen lo necesario para hacer el protocolo y estamos a la espera de que vengan a hacer una desinfección de las instalaciones, que todavía no la han hecho”, indica el presidente de los jubilados. Una situación, asegura, que también se da en otras asociaciones de mayores como la de Noalla, Sanxenxo y Vilalonga, que permanecen cerradas.
Recuperar la rutina activa
“Algunos de los usuarios nos piden que reabramos el bar, pero si no tenemos un protocolo y las medidas de seguridad necesarias, no lo vamos a hacer, es un tema serio y no nos queremos hacer responsables de lo que pueda pasar”, añade el presidente.
En este sentido, Cacabelos señala que “somos conscientes de la gravedad de la situación y de que pertenecemos al grupo de riesgo, lo primero es la salud”, pero reconoce que para ellos es necesario mantener la actividad y quedarse en casa, “tenemos que aprender a convivir con el virus y tener cuidado pero también tenemos que seguir viviendo”.
El Club de Jubilados de Portonovo cuenta con 423 socios que participaban en las numerosas actividades que organiza la asociación, y aunque “comprenden la situación”, muchos de ellos quieren que se reabran las instalaciones para intentar recuperar parte de sus rutinas y ocupar el tiempo libre en invierno.