Tal vez por haberse producido en vísperas de la aprobación por el Congreso de la Ley orgánica de mejora de la calidad educativa (Lomce), el ministro Wert no ha querido calentar más el patio y ha eludido comentar y valorar personalmente los resultados del informe Piacc, de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos); el más conocido como el informe PISA de adultos.
Se trata, como se sabe, del Programa internacional para la evaluación de la competencia de los adultos, que evalúa el rendimiento en comprensión lectora y en matemáticas de la población entre los 16 y los 65 años. Y si ya en el PISA “escolar” no era capaz de alcanzar las medias de la OCDE, en el nuevo estudio nuestro país ya pasa directamente a situarse las últimas posiciones de la tabla.
En comprensión lectora, 21 puntos por debajo del promedio de la OCDE y 19 puntos por debajo del promedio de la Unión Europea. Y en matemáticas casi peor: 23 puntos por debajo del promedio de la OCDE y 22 por debajo de la media de la UE. Aquí ocupamos la última posición dentro de los 23 países examinados.
Nuestros adultos medios no son capaces, por ejemplo, de encadenar de forma correcta cálculos aritméticos para hallar el precio final de una compra. Todo ello es tan así que un titulado de FP alemán, belga, austriaco o japonés comprende mejor lo que lee y se le dan mejor las matemáticas que a un universitario español. Y como advierten los expertos, estamos hablando de países que han apostado por una FP eminentemente profesionalizante y muy poco culturalizante.
El informe proporciona también una idea de cómo ha ido evolucionando la adquisición de competencias de los adultos, como decíamos, entre los 16 y los 65 años; es decir, de los nacidos entre 1947 y 1966. La conclusión es así mismo significativa: nuestros jóvenes (entre 16 y 34 años) no saben más que los adultos de entre 35 y 44 años, y poco más que sus padres (entre 45 y 54 años).
Ahora no hay duda y debería quedar prohibido otro de los muchos tópicos que al respecto funcionan: que contamos con la generación de jóvenes mejor formada de la historia. No es cierto. Las cifras revelan que cada generación mejora con respecto a la anterior hasta la generación Logse, que se estanca.
Así pues, cada vez se entiende menos la cerril oposición de muchos a cambiar de modelo educativo y a experimentar cuando menos un nuevo sistema. Por cierto y para quien todavía no se haya enterado: la Lomce de Wert ha sido aprobada en el Congreso con un voto más que la LOE de Zapatero, Rubalcaba y compañeros socialistas.