El encargado de la nave empresarial que en abril de 2020 sufrió un incendio en Catoira está siendo investigado penalmente por la Guardia Civil. No es el único. También están dentro del proceso dos empleados de la citada nave en la que se almacenaban productos tóxicos especialmente sensibles al contacto con el agua. A los tres investigados se los relaciona con un presunto delito de riesgo y otro contra los recursos naturales y el medio ambiente, según fuentes del Instituto Armado. A mayores el responsable de la empresa que gestionaba la recogida de residuos fue investigado por un delito de falsedad documental.
El incendio al que se refieren los hechos se origió en abril de 2020 en un pequeño galpón ubicado justo al lado de la nave empresarial. Fue en el lugar de A Baiuca, en la parroquia de Santa Baia y provocó la movilización de numerosos efectivos de Emerxencias. Fue más tarde cuando se supo que la nave había sido alquilada por una empresa de ámbito nacional especializada en fumigaciones y control de plagas industriales.
En el momento del fuego hubo una gran preocupación, dado que en las tareas de extinción se comprobó que se producía una reacción violenta del material inflamado con el agua. Fue ahí cuando se pudo averiguar que, a pesar de que las instalaciones carecían de carteles, señalas o pictogramas que indicasen la actividad que se desarrollaba en la finca, en realidad era un almacén de una empresa relacionada con el sector de productos y tratamientos biocidas en salud pública, fitosanitarios postcosecha y control de almacenamientos de productos agroalimentarios, así como del control de plagas.
El suceso ocurrió en abril de 2020 y obligó a confinar a los residentes de las viviendas próximas a la nave
De hecho en el interior de las instalaciones se almacenaban una importante cantidad de residuos peligrosos y de combustión rápida que, en contacto con el agua, producen una sustancia tóxica y volátil. Fue precisamente por este condicionante por el que tuvo que establecerse un perímetro de seguridad para todo el personal de 50 metros, confinándose además a los residentes en las viviendas próximas con la indicación de que cerrasen puertas y ventanas de forma preventiva.
La investigación la llevó a cabo la sección del Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra que pudo averiguar no solo las circunstancias del incendio, sino también la gestión de los residuos y productos sensibles que manipulaba la empresa. Para ello contaron con los informes de diversos organismos de la Xunta . Fue cuando se demostró que se estaba llevando a cabo el almacenamiento de más de una tonelada de productos químicos sin el proyecto pertinente y también el almacenamiento de seis toneladas de residuos agroquímicos de modo clandestino, lo que puso en riesgo al equipo de extinción al contener una sustancia altamente inflamable en contacto con el agua.
Las diligencias se entregaron al Juzgado de Instrucción número 3 de Vilagarcía.