El personal vive con cierto temor el ya conocido como el mayor duelo del siglo veintiuno que deja como un juego de niños el peliculero de O.K Corral. Se trata del duelo entre sus señorías los jueces y los señores galenos.
Presentemos a los contendientes: los médicos trabajan para que estemos buenos y los jueces para quitarnos de encima a los malos. Los dos colectivos cobran mayoritariamente de la administración (de Justicia o Sanidad) aunque pueden además los unos –los galenos– de la privada y los jueces de FAES.
Y ya con todo esto explicado vamos al caso: para la lucha contra el maldito virus se contó con los sanitarios que, por cierto, fueron calurosamente aplaudidos por el personal. Y eran ellos, los médicos, repartidos entre el gobierno central y las autonomías (en la Galicia profunda, y a mucha honra igual que los demás territorios), el señor Feijóo recibía la lección de un comité compuesto por otras personalidades de la ciencia (comité científico donde no había ningún experto en derecho –que luego nos explicaba a nosotros a través de las homilías de los martes–.
Debemos añadir en honor a la verdad que enseguida los políticos tenían un ojo puesto en la medicina y otro en la balanza de la justicia pues desde el parlamento la bancada de la derecha empezó a “malmeter” con ánimos no terapéuticos sino para cargarse al gobierno, lo que convertía a sus señorías del birrete y las puñetas en juzgar la tarea de esos comités y, según sus opiniones se podía pasear por una calle y la otra no y no se decía nada de corretear por los prados como hacía aquel señor que presidió un día el gobierno.
Este asunto tiene tan preocupado al personal como el Barça para sus afines. Ya en plena confusión, la SER cuenta que “administraciones vinculadas o controladas por el PP contrataron a uno de sus candidatos al Constitucional por casi un millón de euros. Se trataba de contratos públicos, que debidamente troceados no requerían concurso público.
Pero sale a la luz un nuevo capítulo: en Génova se confirma otro chanchullo pues las obras se hicieron “en negro” lo que deja al PP “colorados” y condenados. Otra vez los papeles de Bárcenas “cantan”. Lo sabía Rajoy y por eso dijo aquello de” todo es mentiras salvo alguna cosa” Quedamos a la espera de nuevos capítulos. .