Las predicciones meteorológicas apuntan a que lloverá el 5 de enero y que las cabalgatas de Reyes estarán pasadas por agua. Ya hay ayuntamientos que directamente suspendieron los desfiles, como Catoira, y otros que esperan que escampe en el último momento mientras piensan en actos alternativos bajo cubierto para que los niños iluminen el cielo con sus ojos cargados de ilusión.