Los agentes de la T.I.A. Mortadelo y Filemón fueron su creación más popular y más leída, pero el historietista Francisco Ibáñez, fallecido ayer en Barcelona a los 87 años, tuvo otros "hijos", como él les consideraba, entre ellos Rompetechos, Pepe Gotera y Otilio, el Botones Sacarino o la peculiar comunidad de 13, Rue del Percebe.
Debutó en la revista Pulgarcito en el número 1418. Es una serie sobre una familia de clase baja y su animal de compañía, cuyas desventuras suceden habitualmente en el hogar, un tercer piso de un bloque de una gran ciudad, que podría tener paralelismos con familias similares de la escuela Bruguera como la familia Cebolleta de Manolo Vázquez.
Sus protagonistas son Pancracio, un oficinista, bombero en las primeras entregas, calvo y con bigote; su esposa Leonor, ama de casa; su travieso hijo Felipín; y su estudioso y empollón sobrino Sabihondín; así como una criada, Robustiana, emigrada del pueblo, que desapareció al poco tiempo.
Se trataba de una macroviñeta que ocupaba toda la página en la que Ibáñez destilaba su hilarante humor a partir de los ocupantes de los apartamentos y las tiendas de un edificio.
En la planta baja se sitúan el Colmado de don Senén, un tendero pícaro que engaña a sus clientes; la portería, ocupada por una mujer con moño, chal, delantal, falda oscura y escoba; el ascensor y la alcantarilla, donde vive Doroteo Hurón.
En la primera planta se encuentran un veterinario y la dueña de una pensión abarrotada de inquilinos; y en el segundo piso viven una anciana de la protectora de animales, siempre acompañada de mascotas normales como perros o gatos y en otras más estrambóticos como elefantes o ballenas, y un inquilino cambiante desde el inicial científico loco.
El ladrón Ceferino Raffles y una mujer con sus tres hijos pequeños son los ocupantes de la tercera planta, y en la azotea habitan Manolo, un pintor siempre perseguido por sus acreedores, que podría recordar al historietista Vázquez.
Esta historieta tuvo una nueva versión, "7, Rebolling Street" (1986-1990) cuando Ibáñez salió de Bruguera y comenzó a dibujar para la Editorial Grijalbo.
El protagonista es Sacarino, botones del periódico 'El aullido vespertino' que posteriormente pasó a serlo del DDT. Sus escaqueos en el trabajo o sus juegos provocan los enfados del director de ediciones, el 'dire', o el presidente, gerente de la empresa editora, al que denomina el 'presi'.
Los especialistas han visto paralelismos en Sacarino con el personaje francobelga Gaston Lagaffe o Tomás el Gafe, como se conoció en España, de André Franquin, y con el atuendo de Spirou.
El personaje de Rompetechos apareció por primera vez en la revista "Tio Vivo" de Bruguera en 1964.
El protagonista, el preferido de Ibáñez, según dijo en numerosas ocasiones, era un hombre bajito con miopía, como su propio autor, algo que provocaba toda clase de equívocos y situaciones cómicas.
Debutaron en el número 260 de la revista "Tío Vivo" en 1966. Los personajes principales son Pepe Gotera, el capataz, de poco ensuciarse y siempre con bombín rojo y bigote a lo Groucho Marx; y Otilio, el peón, con gorra y mono azul. Ambos nunca arreglan nada, sino todo lo contrario, provocan inundaciones, explosiones o derribos. Como sucede con sus 'hermanos' Mortadelo y Filemón, el jefe siempre acaba recibiendo por los desastres del otro, y sus historias suelen concluir con una huida en carrera delante de un cliente enfadado.
Con un autor tan prolífico, que ha estado dibujando hasta el último momento, sus personajes son interminables: Chicha, Tato y Clodoveo (1986-1990), Tete Cohete (1981-1983), Doña Pura y Doña Pera, vecinas de la escalera (1966), El doctor Esparadrapo y su ayudante Gazapo (1965), Godofredo y Pascualino viven del deporte fino (1961), Felisa y Colás (1958), El Caballero Buscabollos (1957), La Familia Repollino (1956), Don Usura (1955) o Kokolo (1952-1958), la primera serie de historietas escrita y dibujada por Ibáñez para Ediciones Marco.