Carolina Baños, conocida deportivamente como Carol, lleva más de tres décadas jugando en el Atlético Arousana. Hoy, el Concello de Vilagarcía le otorga un reconocimiento a una espectacular trayectoria en el deporte arousano.
¿Cómo está llevando esta temporada?
A nivel personal bien, jugando y entrenando normal como siempre. Es cierto que a nivel resultados, pues ahora parece que levantamos un poco el vuelo. Lo de perder no va con el equipo ni conmigo.
¿Qué cree que pasó para que el equipo esté en esta mala situación?
Se dieron varias circunstancias. A principio de temporada, el entrenador con el que empezamos por motivos personales de él tuvimos que prescindir de él. Después vino Brais, que se le juntaron muchas lesiones, como Miri, Zai y unas cuantas más. Cuando las cosas van mal todo suma. Desde que vino Diego, el cambio de aires le dio un cambio al equipo. En principio por ahora bien.
¿Cómo afrontan el partido de este fin de semana?
Pues jugamos contra el Umia, o sea que es un partido muy importante. Estamos los dos ahí abajo, quedan unos 7-8 partidos y hasta el último momento vamos a seguir peleándolo. Yo creo que lo vamos a conseguir, pero bueno, hay que ir partido a partido.
Lleva muchísimos años en el Atlético Arousana, ¿cómo ha visto el crecimiento del equipo en los últimos años?
Bueno, solo llevo treinta (risas). Siempre digo lo mismo, cuando empecé yo no había ni chándal, con eso te digo todo. No había ni competición porque la Federación no quería hacer una competición federada, llegamos a jugar fútbol sala cuando creamos el equipo. Ahora hay un mundo, pero aún hay mucha distancia entre el femenino y masculino. Estamos contentas porque la cantera está funcionando muy bien, hay muchas cadetes que están aportando al primer equipo.
"Si descendemos no sería capaz de irme del equipo, pero solo si me siento bien, no me voy a ir arrastrando por el campo", dice Carol
¿Buscan mantener la base?
Sí. Hay gente que está ahora que llevan 13-14 años. Quien pelea por un club es la gente de casa. El que te viene un año tanto le da que tanto le tiene. Si está en muchos equipos, al final no sabe ni de qué equipo es. Nosotras en cadete tenemos muchas niñas que vienen desde alevín, entonces lo viven de otra manera, un poco cómo lo viví yo también.
¿Cree que en los últimos años también tuvieron impulso en la cantera?
Hasta hace poco teníamos dos o tres equipos en cantera, pero ahora tenemos alrededor de 90 fichas. No hace ni tantos años teníamos solo el primer equipo. Lo que pasa es que también hubo mucho crecimiento a nivel comarcal. Nacieron muchos equipos como Umia, Catoira, en A Illa...Hay niñas pero hay muchos equipos, en ello seguimos peleando.
¿Se ve con vitalidad para seguir dando guerra en el césped muchos más años?
Más años no lo sé, un año más sí. Si descendemos ya no sería capaz de irme así, pero por supuesto tengo que sentirme yo bien. O compito o no compito, no iba a ser un lastre para el equipo, pero por ahora entreno y los entrenadores cuentan conmigo. Yo me esfuerzo, intento ir al gimnasio, jugar al pádel para seguir estando en forma, nada es regalado.
"Empecé en el fútbol porque todos decían que no era un deporte para mujeres. La gente era muy pesada", comenta la capitana
Al final, después de tantos años, ¿le da pena pensar en dejar el equipo?
Es que ya casi es una forma de vivir. En verano cuando no entrenamos hasta es raro no competir, me gustan otras cosas también pero el fútbol me gusta desde que nací.
¿Empezó en el fútbol por algo en particular?
No. Me gusta desde que nací, creo que por llevarle la contraria a todo el mundo, de aquella no querían que las mujeres jugaran al fútbol y fui de cabeza. Menos mal que tenía carácter porque la gente era muy pesada con que una chica jugase al fútbol.
Si echa la vista atrás, ¿qué valoración hace de su carrera?
Muy buena. A nivel deportivo llegamos a jugar la fase de ascenso con el Atlético de Madrid. Intentamos seguir y pelear. Para mí es un orgullo ver el gran nivel que tienen las cadetes, por ejemplo. Todo el mundo está poniendo su granito de arena.
El día que fisicamente el cuerpo no aguante, ¿seguirá vinculada al club?
Sí. A mi lo que más me gusta es jugar. Todo lo que lo rodea a nivel logístico creo que no le gusta a nadie, pero al final son tantos años que es muy difícil dejar algo que sientes parte de ti. Es algo que costó mucho, yo del fútbol no gané ni un céntimo, es todo vocacional.
¿Qué significa para usted el reconocimiento de Vilagarcía?
Estoy súper agradecida. Nunca hice nada para que nadie me lo agradezca, pero sí que fuimos una generación que abrimos camino a las niñas.