El Céltiga cosechó su tercer empate consecutivo al igualar ante el Pontevedra 1-1 en el Salvador Otero en un partido en el que volvió a perdonar mucho, sobre todo en la primera parte.
El equipo de Luis Carro tuvo un caudal considerable de ocasiones. Quizá acertó en la más complicada a los dos minutos. Un auténtico golazo de Adri Rodríguez. El delantero ganó un despeje en medio campo, logró girarse y salir en conducción, levantó la cabeza y al ver al portero del filial adelantado no se lo pensó. Se sacó un disparo preciso, en fuerza y parábola, que superó por arriba a Graumann. Mejor forma de empezar el partido, imposible. El equipo de Luis Carro, atacando con velocidad por las bandas con Nico y Julio, desarboló al Pontevedra en el primer cuarto de hora. Generó lo suficiente para dejar resuelto el partido, pero le faltó puntería.
Empezó el propio Adri, al echarla fuera en el segundo palo a pase de Nico en jugada elaborada entre Julio y Giráldez. Nico tuvo otra, en la que cayó Adri y los locales pidieron penalti, pero el árbitro dejó seguir. La siguiente fue de Julio con la derecha a siete metros de portería tras pase atrás de Guille, la sacó la defensa. La siguiente fue e Nico, muy rápido e incisivo en la derecha. Salvó Graumann con una buena parada.
A partir del cuarto de hora el Pontevedra B niveló el juego y capeó el temporal. Además hizo diana en su segunda llegada. La primera fue un posible penalti de Álex Rodríguez al lateral Matheus, bastante claro, del que el árbitro también se desentendió. En el 18 llegó el 1-1. Profundizó de nuevo el equipo de Sergio Moreira por la derecha y Manu Galego resolvió bien el balón que quedó suelto en el punto de penalti. De un posible marcador lógico de 3-0 se pasó al 1-1. Como otras veces esta temporada.
De ahí al descanso, más de lo mismo. El Céltiga las tuvo de todos los colores, llegando muy bien por las bandas. Pero el portero Graumann sostuvo a su equipo. La mejor parada fue a un disparo en área de Adri pegado al poste, pero hasta allí llegó el portero granate. Los visitantes, por propuesta, provocaron que el partido fuese abierto. También dieron un par de avisos, con el delantero isleño Toño como protagonista.
La segunda parte empezó con el Céltiga dominando, jugando en campo contrario y encadenando llegadas. Pero el gol se siguió resistiendo. El filial, con los cambios, logró tapar la banda de Nico, por lo que el Céltiga profundizaba más por la izquierda con Julio.
Mediada la segunda parte, el Céltiga monopolizó la posesión, con paciencia y juntando pases ante un rival replegado y bien organizado, esperando sus opciones de transitar. Luis Carro introdujo el primer cambio con la entrada de Sayar, que pasó a acompañar a Adri en punta para tener más presencia en área contraria. A los locales ya les costaba generar, por la buena disposición defensiva de su rival. Entró Grego a falta de diez minutos para agitar más el árbol, asumiendo el Céltiga más riesgos al quedarse con tres atrás.
Nico desaprovechó una buena opción en área al perderse en recortes en la única opción en la que pudo correr al espacio tras el descanso. Los locales, mermados en alternativas por las bajas, lo intentaron hasta el final y la tuvieron en una falta lateral en el noventa, pero Grego tampoco acertó a enviarla al fondo de la red en área pequeña. Ayer no era el día.
Ficha técnica:
Céltiga: Manu Táboas; Santi, Bugallo, Carlos, Álex Rodríguez (Grego, min. 82), Óscar, Giráldez, Nico, Julio Rey, Guille (Migui Sayar, min. 75) y Adrián Rodríguez.
Pontevedra B: Graumann; Matheus, Juan Pablo, Fran, Marqués (Covelo, min. 59); Canosa; Anxo (Jairo, min. 85)., Manu Galego (Yago Piñeiro, min. 46), Sebas (Jose Ramón, min. 66); Manu Sánchez (Iago, min. 66) y Toño.
Goles: 1-0 Adrián Rodríguez (min. 2); 1-1 Manu Galego (min. 18).
Árbitro: García Mosquera. Mostró amarilla a Giráldez, Manu Bugallo, Grego y al técnico Luis Carro, y a Manu Sánchez, Covelo
Al final del partido el Céltiga rindió homenaje a Pablo González, que deja el club por motivos laborales, como ya le ocurrió a Sergio Abal y puede ocurrirle también a Migui Sayar. Pablo deja el club tras cuatro temporadas tras ser una persona muy querida en el vestuario.