El Mariscos Antón Cortegada recibió en casa al Girona. Un partido que se saldó con un 63-72 en contra de las locales, que acabaron pagando muy caro entrar tan desenchufadas al partido. Tras firmar una primera parte para el olvido, el Cortegada trató de remontar más de 10 puntos de desventaja en los últimos cuartos, pero la proeza de Cris Loureiro en el tiro exterior, junto con las grandes jugadas planteadas por Manivesa, no fue suficiente para regalar la victoria al Sara Gómez. 

Las locales comenzaron moviendo el balón y muy atentas al rebote. A pesar de que las de Fernández tuvieron numerosos acercamientos a canasta en los primeros minutos, el acierto no parecía estar de su lado. Situación distinta vivían las catalanas, que vieron como tras varios tiros libres, cogían una ventaja de siete. La defensa visitante se mostró muy sólida, por lo que el trabajo ofensivo resultaba muy complicado. 
 

Un irreconocible Cortegada llegó al ecuador de la primera mitad con un 2-15 en contra. Manivesa trataba de encontrar los espacios entre la defensa catalana, pero el acierto en tiro exterior del Girona parecía decantar el destino del partido. Poco a poco, las de Fernández comenzaron a enchufarse al partido. Tras el gran acierto de Manivesa, consiguieron recortar y llegar al segundo cuarto con un 17-22. 

Al inicio del segundo cuarto, el acierto en el tiro exterior de Cris Loureiro puso a las de Fernández a solo dos de desventaja (20-22). Las locales buscaban guiar el ritmo del partido a una intensidad más alta, para así impedir que las visitantes pudieran encerrarse en un férreo bloque defensivo. Los errores defensivos y el poco acierto estaba condenando a un Cortegada que volvía a sufrir una desventaja de 10 puntos. Los aficionados no daban crédito a lo que se estaba viendo en el Sara Gómez, con un Álvaro Fernández visiblemente enfadado con la imagen que estaba mostrando el equipo. 
 

El Cortegada tampoco conseguía adueñarse del rebote, y así llegaban al descanso con un 30-40. Tras el descanso, ambas volvieron a la cancha con la intención de romper el encuentro lo antes posible. Las locales buscaban salir en velocidad, a la vez que mostraron una mejora defensiva. Loureiro devolvió la ilusión al Sara Gómez, con un triple que desató la locura entre los aficionados y que dejaba el partido en 37-42 a falta de siete minutos para el último cuarto. La emoción estaba servida, y las locales parecían recuperar la fe. 
 

Una gran Iria Losada se adueñaba del rebote, consiguiendo llevar al límite el resultado antes de entrar en los últimos 10 minutos, dejando el marcador en 53-54. La afición estaba totalmente volcada con la remontada, sobre todo después de que al inicio del último cuarto, Bernardeco anotase un triple que ponía a las locales uno por encima. Poco duró la alegría en el Sara Gómez, con el Girona volviendo a sobreponerse. 

El final de infarto no tuvo buen desenlace para las de Álvaro Fernández, en un encuentro en el que, de nuevo, Cris Loureiro fue la máxima anotadora.