El Atlético Villalonga vive horas críticas después del duro comunicado que emitió la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), a raíz de las malas condiciones laborales a las que se encuentran expuestas las futbolistas. Lo cierto, es que mañana tienen un partido muy importante, a las 16 horas en San Pedro, ante el Atlético de Madrid. 

Desde el club, nadie contesta a las jugadoras ni a los medios. De hecho, las propias futbolistas señalan que se expulsó a los medios de comunicación que intentaron acudir al entrenamiento de estas a realizarles fotografías. 

Lo cierto, es que durante el día de hoy, las tres capitanas tuvieron una reunión con los directivos del club, de la que nada se sabe, y parece que tanto hermetismo ya no sorprende a las deportistas. De entre las personas mencionadas en el comunicado, como son Kike, presidente de la entidad, o el preparador físico, el vilagarciano David Lázaro, nadie sale a dar la cara, por lo que el club mantiene el silencio como estrategia ante el chaparrón que está sufiendo la entidad celeste. 

El comunicado que sacó la AFE es realmente duro, sobre todo en lo que se refiere al tratamiento de los empleados del club con las propias jugadoras. Por un lado, señalan que Lázaro, preparador físico, apenas está presente en los partidos, y cuando lo está, ni tan siquiera se levanta del banquillo para atender a las jugadoras cuando lo necesitan, haciéndolo ellas de manera independiente. 

Del mismo modo, también destacaban en el comunicado que el presidente no comunica ningún cambio a las deportistas, y que incluso se cambiaron sus contratos laborales sin su consentimiento.

Partido en tensión

Mañana a las 16 horas el balón volverá a rodar en San Pedro con la evidente tensión que hay en la entidad celeste durante las últimas horas. Asimismo, será el estreno de Romina Dadín en casa ante la afición, con todas las miradas puestas en ella después de que el comunicado de la AFE señalase que las jugadoras se vieron afectadas al cambiar el horario de los entrenamientos tras su nombramiento, por supuesto, sin contar con su opinión.