El Arosa cerró la primera vuelta con 27 puntos de 45 posibles. Tercero, por detrás del Vilalbés, con el que empató el domingo, y de un líder Fabril que le aventaja en 5 puntos. “La verdad es que gustaría ir de primero”, se sincera Manolo Abalo. “Creo que somos el equipo que debería marcar la pauta, pero también es verdad que estamos ahí compitiendo bien y tenemos la mejor afición de la categoría. Esperemos que en la segunda vuelta superemos estos números y estemos con los mejores hasta el final”, dice el presidente con ambición.
El 31 de enero se cierra el plazo para realizar fichajes. En este sentido Manolo Abalo reitera que la economía del club sí permite este año traer refuerzos. Abalo da luz verde desde el punto de vista de la gestión económica. “Lo sigo diciendo, todo depende del director deportivo y entrenador. El club en estos momentos está en las mejores condiciones para mejorar si se cree conveniente. El tema es que se quiera a nivel deportivo o lo necesitemos. Yo como presidente solo puede decir que la mano está abierta. Lo único que puedo decir desde mi cargo es que si podemos ser primeros no quiero ser segundo”.
El Arosa repetirá el domingo en A Lomba ante el Barco. Será el primer partido de la segunda vuelta. El estado del césped está siendo un quebradero de cabeza para jugadores y técnicos. Abalo da otro un voto de confianza al Concello. “Hay que agradecerles que hicieran la inversión con la compra del tepe para sustituir las zonas más dañadas”. Una parte del mismo ya se estrenó este domingo, pero hay más tepe sin colocar que está sobre cemento al lado de la gada de tribuna. “Conociendo como trabajan los empleados municipales tampoco me extraña, pero hay que reconocer que la meteorología no ayudó. Esperemos que lo del campo mejore de cara la segunda vuelta, porque llega la parte decisiva de la competición y tengo la ilusión de que con la ayuda de todo el pueblo podamos estar donde tiene que estar esta ciudad a nivel futbolístico, que es como mínimo en Segunda RFEF”.
Más allá de la actualidad deportiva, el presidente está trabajando para poner en marcha un proyecto que siempre tuvo en mente y no pudo llevar a cabo hasta el momento por el varapalo económico para el club que supuso el accidente del exutillero. “Si queremos crecer y mejorar tenemos que disponer de un campo de entrenamiento”, dice cansado de ver como el primer equipo y los juveniles peregrinan a Zacande. “Necesitamos un campo propio, que sea patrimonio del Arosa. No hay otra solución porque a nivel político, da igual que sean de izquierdas o derechas, no avanzamos. Vilagarcía merece todo a nivel deportivo y la política no nos está ayudando nada en este aspecto”. El plan de Abalo pasa por confeccionar una comisión de personas que trabaje para conseguir los recursos económicos necesarios. Alcanzar un acuerdo a largo plazo con una comunidad de montes para poder gozar de unos terrenos donde construir es otra de las gestiones que va a realizar el mandatario. Su objetivo es que el Arosa, con el paso de los años, pueda disponer de una pequeña ciudad deportiva con dos campos, cafetería y gimnasio, lo que permitiría implementar también el buen trabajo que se está realizando con la cantera.