El vilagarciano Martín Rey (Padronés-Cortizo) se coronó vencedor de la Volta Ciclista a Galicia élite-sub23 en la jornada final, en Pontevedra. El arousano se erige como el campeón más joven de la competición. Hacía además seis años que un corredor gallego no conquistaba este título.
Rey se llevó la Volta en una jornada marcada por un error que le costó el triunfo al asturiano Samuel Fernández (Caja Rural – Alea). Después de haber dominado la etapa final, cometió un error a kilómetro y medio de la línea de meta, al coger una dirección incorrecta en un cruce de calles. Al parecer, pudo haber seguido o despistarse con unas motos de la Guardia Civil. El corredor llegó a echar pie a tierra y se le marcharon unos segundos de oro que dieron vida a sus perseguidores.
Rey y Daniel Cavia saltaron justo a tiempo para atrapar al representante del Caja Rural - Alea en los últimos 50 metros.
El ciclista del Padronés recuperó en los últimos metros un maillot amarillo que virtualmente tenía perdido. Y Cavia (Gomur Cantabria Infinita) se llevó el triunfo de la etapa.
Con la clasificación general apretada al máximo, con los tres primeros separados por tan solo cinco segundos y con la lluvia como invitada se formó un cóctel en los 133 kilómetros con salida y llegada en Pontevedra.
En el alto de Pé da Moa, Samuel Fernández, segundo en la general a dos segundos del maillot amarillo, cambió el ritmo en el pelotón. Adelantó a los de la escapada y solo lo pudo seguir Daniel Cavia. Los dos coronaron con unos segundos de margen respeto al grupo del líder en el que el Padronés-Cortizo mantenía el bloque con cuatro representantes.
Martín Rey se quedó en el descenso sin la ayuda de su compañero guatemalteco Sergio Chumil, cuarto en la general, que se salió de la carretera. Sobre ese asfalto resbaladizo Fernández mantuvo su ambición y soltó a Cavia.
El asturiano del Caja Rural – Alea iba desatado y en el alto de O Pituco, con su cumbre a nueve kilómetros de la meta, desmontó el trabajo en equipo del Padronés-Cortizo, teniendo que reaccionar el líder de manera individual.
La bajada cara Pontevedra la arrancó con una renta ligeramente superior al medio minuto. Hasta el error de Fernández.