Al menos siete personas murieron y más de 700 resultaron heridas este miércoles en Taiwán después de que un terremoto de magnitud 7,2 sacudiera la costa este de la isla a primeras horas de la mañana, según las últimas cifras oficiales.
El sismo, el peor registrado en Taiwán desde el terremoto de 7,6 grados del 21 de septiembre de 1999 -que provocó la muerte de 2.416 personas-, ocurrió a las 7.58 del miércoles (23.58 GMT del martes) en el mar, concretamente 25 kilómetros al sureste del condado oriental de Hualien.
De acuerdo a las últimas estadísticas del Centro de Respuesta a Emergencias, hubo 736 heridos por el seísmo, la mayoría de ellos ubicados en Nuevo Taipéi (174), Taipéi (143) y el condado de Hualien (132), y 77 personas permanecen atrapadas o varadas.
El terremoto y sus sucesivas réplicas causaron cuantiosos daños materiales, especialmente en la zona de Hualien, en donde numerosos edificios e infraestructuras se han visto afectados y al menos dos bloques de viviendas están parcialmente colapsados, y también ha provocado el cierre de varias carreteras.
El número de incidentes relacionados con el desastre ha ascendido a 1.103, con 690 casos clasificados como "otros tipos de sucesos", seguidos por 189 incidentes de infraestructura civil y 125 de daños a edificios.
Además, la mayor productora de semiconductores del mundo, la Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), se ha visto obligada a evacuar a parte de los empleados de sus instalaciones, cuyos sistemas de seguridad “están funcionando correctamente”.
Si bien no se han detectado grandes daños por el momento, los temblores se han sentido durante al menos una hora y media en Taipéi, afirmó a EFE la argentina Brenda Hesse, estudiante de chino en la Universidad Nacional de Taiwán (NTU) con una beca del Gobierno taiwanés.
“Fue feo, fue rara la sensación de no saber cómo estaba todo afuera (…). Uno dentro del edificio (de la universidad) no es del todo consciente de la magnitud que está teniendo todo fuera, no sabía si había muchos destrozos, hasta dónde estaba todo bien o todo mal para yo transmitir tranquilidad a mis allegados en Argentina”, explicó.
Mauricio Garcete, estudiante paraguayo de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología de Taiwán (NTUST), estaba en su residencia universitaria de Nuevo Taipéi cuando empezó a sentir los primeros efectos del seísmo.
“Este fue el terremoto más fuerte que viví en Taiwán, nos despertó a todo el piso. Luego por las noticias nos enteramos de que en las ciudades del este hubo muchos daños. Por el momento todo el grupo de paraguayos con el que tengo contacto está bien”, señaló a EFE.
"Era la primera vez en mi vida que sentía un terremoto de tal magnitud. Las paredes se tambaleaban, se han caído libros y lámparas y, cuando el seísmo principal se ha detenido, no teníamos ni electricidad ni agua en el apartamento”, contó a EFE el investigador español Rubén Almendros, quien notó con fuerza el seísmo desde el distrito de Nangang en Taipéi.
La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, pidió a la población que mantenga la calma y extreme las precauciones, puesto que es probable que se produzcan nuevas réplicas de entre 6,5 y 7 grados del terremoto en los próximos días.
La mandataria, que visitó el Centro de Respuesta ante Desastres junto con el primer ministro, Chen Chien-jen, tras el suceso, indicó que el Ejecutivo ha dado órdenes de proporcionar la asistencia necesaria y trabajar con los gobiernos locales en las labores de emergencia.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA), que emitió y levantó posteriormente una alerta sobre la llegada de un posible tsunami al archipiélago de Okinawa (suroeste), también advirtió del riesgo de que se produzcan terremotos adicionales en los próximos días.