Axempol se suma al sindicato CSIF para exigir la dimisión del alcalde de Boiro tras la absolución de Feás

La Asociación de Xefes de Corpo e Mandos de Policía Local de Galicia (Axempol), que preside José Antonio Brandariz, se sumó al sindicato CSIF para exigir la dimisión del alcalde de Boiro, el socialista José Ramón Romero, tras conocerse la sentencia absolutoria del exjefe de la Policía Local, Manuel Feás, y que, según afirma, quita la razón al mandatario local “en su cruzada personal, torticera e interesada de persecución, acoso y derribo contra dicho trabajador municipal”. Añade que con ella se le causaron “intencionadamente daños y perjuicios morales, económicos, de salud y de imagen pública, de los que nunca jamás podrá ser resarcido”, añade dicha asociación, que precisa que son “casi 5 años de sufrimiento, injustamente causado, de imposible reparación, por motivaciones espurias y de índole personal”. Axempol estima que el origen de esa inquina “puede venir de antes de ser alcalde, cuando fue auxiliar de Policía Local en ese ayuntamiento y, por lo tanto, subordinado del jefe del cuerpo”.

Esa “persecución”, añade Axempol, se remonta al verano de 2019 cuando, recién estrenado como alcalde, Romero aprovechó el periodo vacacional del entonces jefe policial para hacer y ordenar una “inspección inquisitoria” en el despacho y archivos de la Jefatura del Cuerpo, concluyendo en la denuncia penal contra él por varios supuestos delitos que, además, ventiló “públicamente con la perversa intención de dañar su imagen personal y su escarnio público retorciendo los hechos y enviando información falsa por meras conjeturas o indicios, sin pruebas objetivas de ningún tipo”. “Lo que ha hecho el alcalde aprovechando la ausencia del jefe por encontrarse de vacaciones”, explica Axempol, “fue rebuscar y ordenar rebuscar entre los documentos de la Jefatura para ver lo que encontraban, afirmando conclusiones por meros indicios o conjeturas, lo que se conoce como una investigación inquisitorial”.

Y solicita que pida disculpas públicas “por el daño injusto e injustificado” causado a Feás y al cuerpo policial. “La responsabilidad del alcalde es grave”, afirma Asempol, porque tras las primeras denuncias, la Fiscalía y el juzgado de instrucción “no vieron prueba de la comisión de ninguno de los delitos” y solicitaron el archivo de las diligencias, pero se personó como acusación particular, en representación del Ayuntamiento, “sufragando con fondos públicos de los vecinos su vendetta particular”. Añade que los juzgados en primera instancia y la Audiencia Provincial archivaron y no vieron objetivamente los delitos que decía el alcalde y que “aireó de manera perversa como un supuesto caso de corrupción policial”, indica la asociación. Axempol asegura que recurrió una y otra vez, con el coste que supuso para las arcas municipales, “puesto que lo importante era vilipendiar, maltratar y humillar al citado trabajador municipal y que no volviese a ser jefe del cuerpo”.