Con puntualidad británica, a la una y veinticinco de llegó al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas el vuelo procedente de las islas Seychelles -hizo escalas en Etiopía y Dubai-, con los cuerpos de Ángel Boo Vidal y Francisco Cameán Santos, jefe de máquinas y segundo oficial del “Albacora Cuatro”, que fallecieron hace dos semanas por intoxicación de amoniaco en ese atunero. Sus ataúdes fueron recogidos por dos coches de la empresa Pompas Fúnebres del Noroeste y, pasadas las cinco de la tarde, pudieron iniciar el viaje hacia Ribeira, donde está previsto que lleguen a la una de esta madrugada, aunque no se descarta que pueda adelantarse algunos minutos, y que entonces puedan ser recibidos por sus familiares más cercanos, que llevan aguardando por ellos desde que el pasado 15 de junio se conoció el fatal desenlace.
Ángel Boo, natural de Palmeira y que resdía en A Pobra, donde hace poco tiempo se había ido a vivir a una nueva casa con su mujer y sus dos hijas, será velado en el Tanatorio do Barbanza, en Xarás, hasta las once de la noche de este sábado, momento en e lque se procederá a su incineración en el crematorio de esas mismas insalaciones. Por su parte, Francisco Cameán, con lazos familiares maternos en la parroquia ribeirense de Carreira y residente en la parroquia sonense de Xuño, de donde es su padre, será velado desde las diez de la mañana de este sábado en el Tanatorio Los Dolores, para que a partir de las ocho de la tarde de ese mismo día -la salida del velatorio está prevista para las 19.30 horas- se celebren su funeral y entierro, respectivamene, en la iglesia y en el cementerio parroquiales de Santa Mariña de Xuño.