El jefe en funciones de la Demarcación de Costas del Estado en Galicia, Carlos Gil, acudió a última hora de esta mañana a Ribeira para supervisar las obras que el Ministerio de Medio Ambiente está acometiendo en la parte inicial del paseo marítimo de Coroso, para mejorar toda la protección de dicho borde litoral, con un presupuesto que ronda los 214.000 euros. En esa visita lo acompañaron, además de ingenieros y otros técnicos de su departamento y de la empresa pública Tragsa, varios integrantes del Ejecutivo local, como los concejales Vicente Mariño y Herminia Pouso, ambos del PBBI, y Francisco Suárez-Puerta, del PSOE.
El propio Carlos Gil explicó que esta actuación contempla la colocación de piedra y la mejora de las medidas medioambientales que permitan disminuir la afección a la ría y evitar la turbidez del agua que pueda perjudicar a los bancos marisqueros de ese entorno. El jefe en funciones de la Demarcación de Costas detalló que la visita realizada fue dentro de la colaboración que mantienen entre dicho departamento y Tragsa y la nueva corporación municipal "a efectos de explicar las actuaciones que está haciendo el Ministerio para poner en valor la reparación de este paseo de Coroso, que es uno de los más utilizados por los habitantes".
Cabe señalar que entre las actuaciones que se están acometiendo se contemplan reparaciones relacionadas con las erosiones que se han producido en las zapatas de la parte inferior del paseo y que Carlos Gil vinculó, entre otras razones, con las consecuencias del cambio climático, por lo que se está reforzando toda la cimentación de este paseo. Además, detalló que desde el Ayuntamiento de Ribeira colabora con esta actuación en la reparación de las tuberías del saneamiento para tratar de evitar el problema de malos olores que se están produciendo.
Vicente Mariño, que durante estos días y hasta la próxima semana ejerce de alcalde en funciones de Ribeira en ausencia del nacionalista Luis Pérez Barral, manifestó que "el paseo marítimo es una zona muy vulnerable
debido a la acción constante de las olas y las corrientes, y para contrarrestar este problema, se hace necesaria la implementación de medidas de refuerzo en sus cimientos", indicó Mariño. Además, afirmó que que varios mariscadores les advirtieron de la turbidez del agua en esa zona en la que se están realizando las referidas obras a causa de las mismas y que dejan ese espacio como un barrizal, por lo que demandaron soluciones antes de que comience la próxima campaña de extracción de la almeja, prevista para el mes de octubre.
Por ello, Mariño de Bricio dio traslado de esas demandas y solicitó la colocación de barreras protectoras para evitar que se produzcan arrastre de esos lodos y afecten a los bancos marisqueros. Igualmente, le solicitó a Carlos Gil que construyan una escollera para que el mar rompa antes de llegar al paseo y, de ese modo, se puedan proteger las zapatas y el paseo marítimo no se vea afectado por las erosiones.