Un conductor, cuya identidad responde a las iniciales J.W.P.P., de 45 años y residente en Ribeira, está siendo investigado por la presunta comisión de un delito contra la seguridad vial. Al parecer, ese varón se vio implicado en un accidente de tráfico consistente en una salida de vía de su Hyundai i30 registrada en torno a las once menos veinte de la pasada noche en la Avenida da Coruña, a la altura del edificio número 120, cerca de Casa Fontao, en la zona de O Caramecheiro, y en un primer momento colisionó de manera frontolateral, con raspazo, contra un Opel Astra y un BMW 320, que estaban perfectamente aparcados en el margen derecho en el sentido de la marcha del vehículo que supuestamente causó el siniestro, y a los que causó diversos daños, y luego se fue hacia el otro margen del vial, en donde impactó contra un Seat León, al que también ocasionó diversos daños.
Al lugar se movilizaron los efectivos de guardia de la Policía Local de Ribeira que, por un lado, estuvieron regulando el tráfico rodado, dando paso alternativo por el carril que estaba prácticamente libre, pues el otro estaba ocupado por el Hyundai i30, que quedó completamente atravesado. Durante aproximadamente 45 minutos se registraron retenciones y tráfico lento, pues mientras pasaban los que iban en un sentido, los del contrario tenían que aguardar. Hubo un momento en el que se juntaron dos autobuses, cada uno de ellos en una dirección, y el hueco que había en el carril libre era muy justo, por lo que fue necesario que los agentes municipales les ayudasen a maniobrar para poder seguir circulando.
Otro momento de cierto atasco se registró cuando llegó la grúa para retirar el automóvil que bloqueaba la calzada y no podía moverse por sus propios medios. Además, la Policía Local cree que esas personas procedían de una fiesta que se estaba celebrando en las pistas deportivas de Deán Grande y a la que había acudido con anterioridad tras recibir avisos de particulares sobre la misma, pero no adoptó medida alguna ya que no detectaron pudieran estar causando molestias.
Una de las patrullas de la Policía Local ribeirense se encargó de instruir el atestado, que incluyó la realización de la prueba de alcoholemia, en la que el conductor del Hyundai arrojó una tasa que casi cuadruplicó la máxima permitida de 25 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Por ello, los agentes municipales instruyen diligencias contra el referido conductor por un delito contra la seguridad vial.
De igual modo, además del automovilista, los policías locales ribeirenses identificaron a dos de las tres personas que se sabe que le acompañaban en ese vehículo, pero una mujer, a la que alguna persona grabó con la cámara de su teléfono móvil, se ausentó del lugar. Por las imágenes grabadas por particulares de los momentos posteriores al accidente, a las que ha tenido acceso la Policía Local, se sabe que los ocupantes del vehículo trataron de marcharse del lugar con el coche, incluso cambiando de conductor, pero los daños que presentaba especialmente en la rueda delantera derecha, le impedía continuar la marcha.