Una actuación conjunta de las Policías Local y Nacional de Ribeira permitió la detención de una persona en torno a las dos y media de la pasada madrugada de un viejo conocido de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Se trató de un individuo de 45 años, cuya identidad responde a las iniciales A.J.S., alias "El Ratilla", al que se le atribuye un delito de robo con violencia e intimidación que presuntamente perpetró horas antes en la zona de la playa de Castiñeiras. Las fuerzas de seguridad lo estaban buscando por ese motivo, así como por otras investigaciones abiertas contra él como sospechoso de la supuesta comisión de varios delitos, principalmente contra el patrimonio. A ese indivioduo se le decomisaron varias armas blancas con las que presuntamente abordó a sus víctimas para robarlas, y se le incautó una cartera con documentación de otra persona, que al parecer se llevó de un vehículo.
Fue un aviso de un particular el que puso en alerta los agentes municipales y de la comisaría sobre la presencia de un hombre tirado en una cuneta del lugar de A Cerca, en la parroquia ribeirense de Aguiño, y fueron hasta ese lugar, y allí mismo procedieron a su arresto al comprobar que se trataba de "El Ratilla", del que se sabía que supuestamente había incumplido una localización permanente en su domicilio, que comunmente se conoce como arresto domiciliario, y fue trasladado a los calabozos del Cuerpo Nacional de Policía, en cuya comisaría se instruyen las diligencias por los hechos que se le atribuyen, estando a la espera de que sea puesto a disposición de la autoridad judicial para que determine la situación en la que queda el investigado.
Cabe recordar que a ese mismo varón lo detuvieron efectivos de las Policías Local y Nacional el pasado 30 de mayo, en torno a las dos y cuarto de la tarde, por un robo en el centro de salud de la capital barbanzana. Al parecer, ese individuo, que es un viejo conocido de las fuerzas de seguridad y que ha regresado recientemente a la ciudad, acudió pasadas las dos de esta tarde al ambulatorio, donde entró todo descamisado, y solicitó cita con el médico de urgencias para que le diera una medicación, pero debía esperar ya que había unas diez personas delante suya. Fue entonces cuando empezó a abrir las puertas de las consultas y salas de curas y a acceder a las mismas en busca de los fármacos que quería que le suministrasen, supuestamente para llevárselos sin ningún tipo de autorización. Fue entonces cuando desde el servicio de cita previa se alertó a las fuerzas del orden, desplazándose al lugar varias patrullas de agentes municipales y nacionales, que procedieron a esposarlo y llevarlo detenido a los calabozos de la comisaría.
Además, se dio la circunstancia de que esa misma persona fue identificado momentos antes, en torno a las doce y media del mediodía se recibiera un aviso de un repartidor de un supermercado de la Avenida Rosalía de Castro de que alguien le había robado los pedidos que estaba metiendo en la furgoneta. Ese trabajador ofreció una descripción del ladrón, que coincidió con la de "El Ratilla", al que los agentes de las fuerzas de seguridad localizaron posteriormente en el entorno de la conocida como rotonda de La Sirena, y procedieron a su identificación como presunto autor de un delito de hurto, pero en ese instante no se procedió a arrestarlo.