Durante los aproximadamente cuatro años en que se prolongó el nuevo auditorio municipal de Ribeira surgieron voces que advertían que el patio de butacas se quedaría pequeño. Y eso está quedando demostrado, al menos, en los eventos programados con motivo de su inauguración desde el pasado sábado, cuando hubo mucha gente que se quedó sin poder entrar después de estar guardando cola para acceder a esas instalaciones. En la tarde de ayer fueron numerosas personas las que quisieron presenciar el concierto que a partir de las ocho de la tarde ofreció la Orquestra Sinfónica de Galicia pero, después de estar esperando incluso desde una hora y media antes del inicio de la actuación, les sucedió lo mismo y no pudieron conseguir entrar al no haber entradas disponibles. El pasado domingo, sucedió algo similar con el espectáculo “O mundo máxico de Pinocho” de Educateatro, y que provocó que fueran muchos niños los que se quedaron fuera, y lloraron amargamente por no poder entrar a verlo.
Pese a que la capacidad del nuevo auditorio es de 460 butacas, en la tarde de ayer habían pasado por taquilla un centenar de personas, algunas de las cuales pidieron dos entradas, llegando a repartirse 160, todas ellas gratuitas, y se dejaron de despachar al indicar que se habían agotado. El motivo fue que desde el departamento municipal de Cultura se repartieron 300 entradas a diferentes asociaciones y entidades locales relacionadas con el ámbito musical, como el conservatorio y la coral, entre otras. Según explicaron desde dicha área, con la entrega de esas invitaciones y la confirmación de la asistencia de las personas destinatarias quisieron garantizar que hubiera bastante público, pues temían que al programarse en un día de mitad de semana no hubiera una asistencia importante de público.
Desde el citado departamento cultural reconocieron que fue un error, pero en el auditorio sólo pudieron entrar los que tenían entrada, ya fuese por las invitaciones que repartió el Ayuntamiento o que se distribuyeron por taquilla. Muchos de los que esperaron cola y no consiguieron entrada se marcharon con resignación, pero otros permanecieron en el lugar para expresar su malestar por lo ocurrido, teniendo que acudir la Policía Local. El Ayuntamiento pretende implantar a partir de septiembre la venta electrónica de entradas a través del portal de Abanca.