La Policía Local de Ribeira llevó acabo a partir de las dos de la madrugada de ayer en el lugar de Bretal, en la parroquia de Olveira, un control preventivo de consumo de alcohol y drogas vinculado con la conducción y que se saldó con la denuncia a dos conductores que arrojaron resultado positivo en el test indiciario de detección de sustancias estupefacientes. En ambos casos se trata de infracciones administrativas, cada una de las cuales lleva aparejada la pérdida de 6 puntos del carnet de conducir y multa de 1.000 euros. 

Por un lado, los agentes municipales interceptaron un Mercedes CLA, cuyo conductor dio positivo en cocaína y THC (tetrahidrocannabinol -principal constituyente psicoactivo del cannabis-) y el vehículo fue inmovilizado con cepo en la zona donde se le detuvo. También interceptaron un Seat Ibiza, cuyo automovilista arrojó un resultado positivo en THC, pero el coche no se le inmovilizó, ni fue trasladado al depósito municipal, debido a que se hizo cargo del mismo un conductor alternativo habilitado. Ambas pruebas de drogas serán ahora remitidas al laboratorio de referencia de la Univesidade de Santiago de Compostela (USC) para su contraste y, en caso de que se confirmen los resultados positivos, se tramitarán las denuncias para ser propuestos para sanción.

Estos resultados se suman a los difundidos por la Policía Local a través de medios oficiosos en relación a controles de tráfico efectuados hace una semana, cuando tramitó cinco denuncias administrativas contra otros tantos conductores. Según trascendió, tres de ellos fueron propuestos para sanción tras dar positivo en sustancias como THC y cocaína cuando iban a los mandos de sus respectivos vehículos, lo que acarrea, tal y como se indicó anteriormente, la retirada de seis puntos del carnet y multa de 1.000 euros para cada uno.

Por su parte, los otros dos pilotos también fueron denunciados por vía administrativa al superar la tasa máxima en miligramos de alcohol por litro de aire espirado, pero sin llegar a superar el límite máximo que provocaría que fuesen considerados delitos contra la seguridad vial y se tramitarían por via penal. En estos dos últimos casos, la sanción supondrá la pérdida de cuatro puntos del carnet y multa de 500 euros. Además, los vehículos de los cinco infractores fueron inmovilizados con cepo en el lugar del control o retirados de la vía hasta que apareció un conductor habilitado para ponerse a los mandos de esos coches.