La decoración navideña de la fachada de la casa de José Ramón González “O Furón” y Mónica Sampedro, junto a su hija Rocío, en el número 2 de Laxes, en Carreira, llama siempre la atención y son numerosas personas las que se detienen admirarla y entre las que causa furor. Junto al lucerío, destaca por el hecho de que la mayoría de sus elementos son de elaboración artesanal. Es el caso del soldadito de plomo cuyo cuerpo son dos paragüeros, dos botellas de plástico para los brazos y los puños son dos bolas de Navidad, tubos de PVC para las piernas y la tapadera de una olla como casco; un árbol hecho con un tronco fino de madera, mismo material que unos ciervos y también el muñeco de nieve hecho con trozos de otro tronco pero grueso. A ello se suman tres corazones, una luna y un trébol de poliespán con luces led incrustadas.
Las novedades que incluye este año son un arco luminoso en la entrada, dos renos de plástico en las ventanas, un árbol luminoso de tres metros de altura y con estructura de hierro y, destacando de una manera especial, una carroza con Papá Noel -relleno de paja-, hecha con base de un palé de madera y molde de poliespán, asiento de tablas, ruedas recicladas de bicicletas y el eje hecho con varilla roscada, a lo que se suma el atractivo de música ambiental navideña, que suena en bucle mientras la decoración permanece encendida, de manera programada, entre las seis y media de la tarde y las seis de la mañana. La creación de la referida carroza les ha supuesto dedicar un par de meses, mientras que en el montaje de toda la decoración de la fachada de su vivienda han invertido una semana, incluyendo la instalación eléctrica para que todo luzca en su esplendor.
Esa decoración y ambientación de la vivienda de José Ramón y Mónica no pasa desapercibida para nadie, que destacan el mérito que tiene de que su elaboración sea artesanal, además de destacar su iluminación. Vecinos y transeúntes se detienen ante esa casa para apreciar esa ornamentación, e incluso son muchos los que acuden en su coche para verla. Además, un edil del Gobierno local Ribeira animó a sus propietarios a presentarse a un concurso de embellecimiento de fachadas, balcones y jardines convocado por el Ayuntamiento ribeirense y, tras pensárselo, ya se han apuntado y optan a un primer premio de un vale de 400 euros a gastar en el comercio local, o bien a un segundo o a un tercero consistentes en cestas valoradas en 200 y 150 euros, respectivamente, que se otorgarán por cada parroquia, y que supondrán un desembolso total de 6.750 euros.