Ribeira fue durante el año pasado la localidad de Galicia en la que se registró un mayor número de varamientos, 63, de los que una decena fueron delfines que aparecieron en ocho playas de la capital barbanzana -A Corna, Insuela, Baluarte, Coroso, O Touro, A Ameixida, Castiñeiras y O Prado- hace una semana, concretamente entre las jornadas del 28 y 29 de diciembre y que fueron retirados por el Grupo de Atención ás Emerxencias Municipal (GAEM). Así lo acaba de dar a conocer la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) en su balance anual, en el que también se indica que la media de 1990 a 2022 fue de 11,64 varamientos en el municipio ribeirense.
Se detalla que el fuerte incremento en diciembre de los varamientos "amosa un feito puntual definido como varamento múltiple, onde as circunstancias do movemento dos animais e os temporais xuntan moitos corpos na costa", indicó el biólogo Alfredo López. De todas maneras, especifica que, pese a este hecho de más de 40 ejemplares varados en menos de 15 días y centrados en la Ría de Arousa, "sendo grave, non é o que cambia a tendencia dos varamentos neste ano", pues precisa que "realmente, o cambio de tendencia é o alto incremento de presenza de golfiños comúns moi cerca da costa no verán, o que ocasionou moitos varamentos de diferente tipo", aclararon desde la Cemma.
El número de varamientos registrados en Galicia durante el año pasado fue de un total de 714 ejemplares de todas las especies, siendo la mayoría cetáceos (86%), pero también tortugas marinas (3,5%), lobos marinos (1,7%), nutrias (1,4%) y peces (7,1%). Estas cifras suponen un incremento espectacular con respecto a cualquier año anterior y más del doble de la media anual situada en los 270 ejemplares varados. Además de Ribeira, que es la localidad que registra una mayor frecuencia, también superan la veintena anual localidades como Fisterra (25), Sanxenxo (32), Carnota (34), Porto do Son (37), O Grove (57), Vigo (23), Muros (24), Malpica (20) y Ferrol (43) -tiene una media anual más elevada que Ribeira entre 1990 y 2022, de 12,21 ejemplares varados-, y que normalmente son municipios que registran un mayor número al encontrarse en las bocas de la rías, mientras que hacia dentro se va reduciendo el número, como sucede en el resto de la comarca barbanzana, pues A Pobra do Caramiñal registro 14, Boiro 8 y Rianxo 1.
La mayoría de los ejemplares varados fueron desfines comunes -Delphinus delphis-, con más del 63%, lo que también suòne un aumento de esta especie respecto a años anteriores. "Está seguido de arroaz -Tursiops truncatus-, o rexistro desta especie duplicou a media anual dos anos anteriores. En cambio outras especies como o caldeirón -Globicephala melas- e o arroaz boto -Grampus griseus- non foron rexistrados varados", precisaron desde la Cemma. Desde la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños destacan la alta presencia de cifios, alguno de ellos muertos por plásticos ingeridos y algunas especies raras en estas latitudes como el arroaz pinto -Lagenorhynchus acutus-, y añade que la mayoría de los cetáceos aparecieron varados muertos y muchos de ellos en avanzado estado de descomposición, por lo que se desconoce la causa del fallecimiento.
"O 8% foron rexistrados con vida, pero o alto número fai que as cifras sexan desorbitadas, con 46 exemplares vivos que foron reintroducidos no mar e que sobreviviron na maior parte dos casos. No caso das tartarugas mariñas e lobos mariños foron ingresados para devolvelos ao mar rehabilitados. Máis do 40% presentaban indicios de morte por captura accidental en faenas pesqueiras e mesmo foron entregados a Rede de Varamentos para o seu estudo, e outros indicios de mortalidade a causa de enfermidades naturais", detalló la Cemma.