La asociación Solidariedade Galega co Pobo Saharaui (Sogaps) persigue aumentar el numero de 15 familias barbanzanas de acogida de niños de 8 y 9 años de los campamentos de refugiados saharahuis que se prevén para este verano, salvo que haya alguna baja por imprevistos, y espera que en el conjunto de la comunidad gallega sean acogidos 300 chiquillos, de los que ya haya garantizados 175. Para ello, desde el viernes lleva a cabo una campaña informativa sobre el programa Vacaciones en Paz 2024 para despertar el interés de familias para que los acojan un par de meses y se alejen de las duras condiciones que tiene que soportar, sobre todo de las elevadísimas temperaturas que rondan los 50 grados, y que una vez estén en con ellas accedan a servicios básicos como revisiones médicas.  

Las dos primeras charlas tuvieron lugar el viernes en el salón de actos del centro cultural Lustres Rivas, de Ribeira, y en la mañana de ayer fue en la sala de usos múltiples del Aula Activa del Mar, que contaron con la participación del subdelegado del Sáhara en Galicia y coordinador del programa Vacaciones en Paz en la comunidad gallega, Mag Elu, la presidenta y la responsable comarcal de Sogaps, Maite Isla y Covadonga Rodríguez, y la técnica Silvia Táboas, y está previsto que el sábado, día 9 de marzo, a partir de las cinco de la tarde hagan lo propio en el salón de actos del centro social de la villa. 

A la charla en la capital barbanzana asistieron una veintena de personas, entre las que había una decena de miembros de familias que son o fueron acogedoras en las tres últimas décadas, y otra cifra similar que acudió por el interés que les despertaba esta cuestión, pero por el momento no hay confirmación de que quieran sumarse al programa; mientras que en la villa rianxeira, que es la que suele acoger más niños de la comarca, acudieron una docena de personas. Covadonga Rodríguez calificó la respuesta hasta ahora de “moi positiva”, al crearse un espacio para hablar y buscar soluciones ante la problemática existente, y que haya familias interesadas por ser acogedoras y, sobre todo, por la sensibilidad que muestran en los cuatro municipios de O Barbanza con la causa saharaui. En esos actos también se abrió una vía de contacto entre las familias que son o fueron acogedoras y las que están interesadas. También dijo que en la acogida de niós saharauis hay un antes y un después de la pandemia derivada de la Covid-19, "pois houbo familias que se descolgaron e non volveron".

Mag Elu, que destacó los factores que unen a los pueblos español y saharaui y que explicó la situación política del Sáhara, indicó que la actual situación social y económica en los campamentos es peor desde que hubo la referida pandemia del coronavirus, “pues ahora -puntualizó- no hay esperanza”, además de que se encareció el transporte para el envío de ayuda, aumentó el número de refugiados “y otras situaciones que provocan que se pase mucha necesidad”. Por su parte, Maite Isla incidió en el agradecimiento a las familias acogedoras, destacando que la población de O Barbanza es muy activa en ese sentido, y detalló que en los dos actos celebrados en la comarca aprovecharon para repartir sus folletos informativos con los teléfonos para que la gente contacte con ellos.