La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra absolvió de los delitos de contrabando de tabaco, asociación ilícita, cohecho activo y pasivo y revelación de secretos por funcionario público, objeto de acusación, a los ocho encausados que seguían vivos en la histórica trama que había implicado hace un cuarto de siglo al entonces alcalde de Ribadumia, José Ramón “Nené” Barral.
El decaimiento de las escuchas, una de las principales pruebas de cargo, ya hacía preludiar la posible absolución general de una de las causas más antiguas de España, que se comenzó a instruir en 1999 en Vilagarcía y que analizaba hechos que se remontaban hasta 1996. Sin aquella carga probatoria, el juicio, celebrado la semana pasada, se despachó en poco más de una hora.
El tribunal subraya que no consta la participación de los ocho encausados en los hechos que narra el escrito de acusación de la Fiscalía. En particular, destaca que no consta que dos de los acusados, funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera con destino en A Coruña y que prestaban sus servicios como observadores aéreos de la costa oeste gallega para vigilar la entrada de mercancías ilícitas, “hubiesen transmitido información que obtenían en el ejercicio de su función a otro encausado, jefe de la Base Marítima de Vigilancia Aduanera en A Coruña —fallecido en 2019— y del que no tenían dependencia jerárquica ni funcional, con fines ilícitos”.
Igualmente, según la sentencia, “tampoco consta” que otro de los sospechosos, de profesión guardia civil, “hubiese transmitido información obtenida en el ejercicio propio de su función” a otros dos acusados con fines ilícitos. Además, las magistradas aclaran que se declaró extinguida la responsabilidad penal de cuatro de los sospechosos por haber fallecido a lo largo del procedimiento, entre ellas, el propio “Nené” Barral.
Así pues, concluye el fallo que “la ausencia de prueba de cargo en esta operación de contrabando de tabaco determina la libre absolución de todos los acusados”, entre ellos Feliciano Barral, el hermano del histórico regidor.
Contra la sentencia todavía cabe presentar recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
El tribunal considera probado que el 14 de mayo de 2001 arribó en el puerto de Vigo un buque cargado con contenedores, hallándose en su interior tabaco de la marca Magnun Especial, de procedencia extracomunitaria, camuflado entre madera contrachapada. La Sala relata que, inspeccionados otros tres contenedores, resultó que en los mismos había idéntico tipo de mercancía.
En total, se decomisaron 431.948 cajetillas de tabaco, con un valor de 127.424.660 de las antiguas pesetas. Eso sí, no hubo forma en este proceso de probar la relación de esta carga con las personas procesadas.